Tour Nueva normativa
El maillot verde interesa, pero menos
Los organizadores han modificado el sistema de cálculo para el jersey por puntos.
Jean MONTOIS (AFP) | PARÍS
Desde Mark Cavendish hasta Thor Hushovd, los sprinters más cualificados del pelotón eluden la respuesta cuando les preguntan si el maillot verde por puntos -uno de los tres principales del Tour, junto al amarillo y el de la montaña- es su principal objetivo. «¿Puede decirme, sin hacer memoria, el nombre del ganador del maillot verde del año pasado?», respondía Cavendish a un periodista. Era la forma en que el británico subrayaba que las 15 victorias de etapa que ha conseguido en las tres últimas ediciones pesan mucho más que el maillot verde, que todavía no ha logrado.
Hushovd también esquiva la pregunta. «Mi ambición es ganar una etapa», afirmaba el noruego antes de que se vistiera el maillot amarillo gracias a la contrarreloj por equipos que ganó el Garmin. Además, él ya obtuvo el maillot verde en dos ocasiones (2005 y 2009).
No obstante, este año habrá que estudiar minuciosamente la estrategia para lograrlo. Los organizadores han modificado el sistema de cálculo para el maillot por puntos, de la misma forma que el de motas rojas que lleva el líder de la montaña.
En cada etapa habrá un solo sprint intermedio, en lugar de los dos o tres de otras ediciones, pero en él puntuarán los 15 primeros y habrá muchos puntos en juego (20, 17, 15, 13...).
La respuesta de los equipos de sprinters es una incógnita: ¿Potenciarán dos grandes esfuerzos durante una misma etapa para sumar puntos, impidiendo la formación de escapadas antes del primer sprint, o se organizarán para recoger los puntos que dejen los escapados?
Revalorizar la montaña
En la montaña, sólo los seis primeros clasificados puntuarán en los principales puertos (los de primera y especiales), los cuatro primeros en los de segunda, y dos ciclistas en los de tercera. En los puertos de categoría sólo puntuará el primero.
Algunos han visto en esta modificación una manera de impedir victorias-sorpresa, aunque Jean-François Pescheux, director de la carrera, aseguró que «el año pasado Anthony Charteau habría ganado también con el nuevo baremo».
El objetivo principal de los organizadores es revalorizar el maillot de puntos, que consideran un poco despreciado por los mejores escaladores del Tour, que suelen ocupar las primeras plazas de la general. De ahí que se doble la cosecha de puntos en las cuatro grandes llegadas en alto: Luz-Ardiden, Plateau de Beille, Galibier y Alpe d'Huez.
Por último, el maillot blanco que distingue al mejor joven tiene un par de aspirantes claros, una vez que Andy Schleck -ganador de las tres últimas ediciones- ha superado ya la edad de 25 años. Se trata de Robert Gesink y Roman Kreuziger. Coppel y Taaramae tienen algunas opciones, y sería una sorpresa que lo ganaran otros como el holandés Mollema o el estadounidense Tejay van Garderen.