El ministro italiano de Interior, Roberto Maroni, aseguró que el tren de alta velocidad (TAV) Lyon-Turín «se hará» y denunció «violencias de origen terrorista» y «tentativas de asesinato» contra la Policía en el transcurso de las protestas del pasado domingo en torno a una cantera en el Val de Suse. El ministro de Transportes e Infraestructuras, Altero Matteoli, insistió en que «el Estado no puede nunca ceder ante demostraciones de fuerza de saboteadores de Italia y de elementos llegados del extranjero».

Tras una manifestación multitudinaria de protesta en la que participaron decenas de miles de personas, entre ellas 23 alcaldes de la zona, cientos de manifestantes se lanzaron al asalto de la cantera de Chiomonte pero se toparon con policías antidisturbios, que no dudaron en lanzar granadas lacrimógenas a la altura del pecho de los manifestantes. Alrededor de 200 resultaron heridos y al menos cinco personas fueron detenidas.

El Gobierno cifró en 180 los policías heridos. Hace una semana hubo una protesta similar en el mismo valle. Esta vez la oposición política italiana se ha alineado con el Gobierno.