El Mirandés no ha conseguido rematar su objetivo de ascender a Segunda División, y eso constituye una muy mala noticia para los futbolistas vascos. El conjunto burgalés siempre ha estado formado en su mayoría por futbolistas de Euskal Herria, y este año no lo ha sido menos.

La plantilla la formaban 22 jugadores, 12 de ellos vascos, junto a su entrenador Carlos Pouso y el director técnico Carlos Lasheras, vizcaíno y guipuzcoano respectivamente. Miranda de Ebro, pese a pertenecer a la provincia de Burgos, siempre ha tenido mucha más relación con Araba o La Rioja, y de ahí que la mayoría de sus futbolistas sean vascos, y algunos de quienes no lo son viven en Gasteiz. Lleva muy poco tiempo adscrito a la Federación de Castilla y León, y antes lo era de la Riojana e incluso de la Guipuzcoana. Además cabe añadir su gran afición al fútbol.

Esta temporada ha tenido una media de 5.000 aficionados por partido, pero hace tres, cuando estaba en Tercera, la media era de 3.000. Su buena situación económica hace que sea un club muy apetecible para muchos futbolistas vascos, y más lo habría sido de lograr el ascenso.

El Athletic también se mostraba muy interesado en el club burgalés, o eso al menos declaró el presidente del Mirandés, asegurando que el Athletic estaba dispuesto a ceder a los mejores jugadores del Athletic B y jugadores del primer equipo que no dispusieran de muchos minutos para rodarlos en Segunda.

Pese a no lograr el ascenso, el año que viene seguirán muchos jugadores vascos, el objetivo del conjunto rojillo volverá a ser subir a la Segunda División, y la plaza será muy apetecible.