Las bolsas europeas sufrieron ayer una nueva jornada de ajuste, tras las subidas de la semana anterior. El panorama, sin embargo, no ha cambiado un ápice respecto del lunes, dado que sigue en primer plano el aviso de S&P sobre la posibilidad de que Grecia incurra en impago selectivo de aceptarse los términos actuales para la participación de los bancos alemanes y franceses en el segundo rescate. Se esperan con atención los análisis del resto de agencias de calificación crediticia. En el horizonte, además, aparecen nuevos escollos que complican la operación. En concreto, en Alemania se ha puesto en tela de juicio su participación en los planes de ayuda financiera, mientras que en otras instituciones se critica la admisión de los precarios bonos griegos como garantía, tal como hace el BCE. Así las cosas, el Ibex dio un paso atrás hasta los 10.330,10 puntos, tras ceder un 1,32%. Los ajustes fueron menores en París (-0,61%) y Francfort (-0,05%). Por su parte, Londres (+0,11%) logró cerrar en positivo. En las caídas dentro del Ibex, sobresalió Iberdrola Renovables (-2,33%), que pagó el último dividendo antes de su absorción por parte de la matriz. Abengoa, Sacyr, Amadeus y Ebro Foods también cedieron más de un 2%. En el otro lado de la tabla, los mejores fueron IAG (+0,88%) y Caixabank (+0,33%). Todos los grandes, encabezados por BBVA (-1,64%), retrocedieron por encima del 1%. En París, el mayor recorte fue para los bancos, con descuentos del 2,86% en Crédit Agricole, y del 1,72% en Société Générale. Los títulos de Carrefour (+4,52%) respondieron al castigo acumulado en sesiones anteriores.