Rechazo unánime al ataque al monolito en recuerdo de Jauregi
El ataque que rompió el monolito ubicado en el monte Burnikurutzeta en recuerdo al ex gobernador civil de Gipuzkoa Juan María Jauregi, muerto por ETA en julio de 2000, ha suscitado el rechazo unánime de fuerzas políticas e instituciones. El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, intentó que el tema se convirtiera en un examen a Bildu. La Diputación de Gipuzkoa rechazó los hechos y recordó que «todas la víctimas merecen reconocimiento y reparación».
GARA | GASTEIZ
El Departamento de Interior dio cuenta en la mañana de ayer de que la estela colocada en el monte Burnikurutzeta en recuerdo al ex gobernador civil de Gipuzkoa Juan María Jauregi, muerto por ETA en julio de 2000, había sido atacado la pasada semana por cuarta vez.
El monolito llevaba grabada la frase «Maite zaitugunok oroitzapenez» y se encuentra en una zona con la que Jauregi tenía una especial vinculación y donde fueron aventadas sus cenizas. El lugar acoge cada año una ofrenda floral en su memoria, coincidiendo con el aniversario del atentado.
Los daños sufridos por el monolito volverán a exigir una reconstrucción del mismo, como ya ocurrió en ataques anteriores. Los autores, además, se llevaron parte de la placa conmemorativa.
El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, repudió el ataque, que calificó de «fascista», y pidió a todas las formaciones, «y en especial a los dirigentes de Bildu», que lo condenen públicamente.
La viuda de Jauregi y directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno de Lakua, Maixabel Lasa, manifestó que actos como éste demuestran que «el fanatismo y la intolerancia no han desaparecido en este país».
Lasa declaró que «hay quien dice que estamos ante un cambio de era y que estas cosas pertenecen al pasado». «Me gustaría que fuera así, pero también me gustaría que cuando ocurren estos episodios, aunque sean puntuales, la gente no se calle y diga lo que piensa, pues todos queremos mirar al futuro con optimismo, pero no se pueden cerrar los ojos ante algunas cosas que siguen ocurriendo y que merecen una reflexión política y moral», concluyó.
Comunicado de la Diputación
La portavoz del Gobierno de Lakua, Idoia Mendia, emplazó «a todas las instituciones» a condenar el ataque al monolito. Y el PSE se apresuró a anunciar que registraría una moción, tanto en el Ayuntamiento de Tolosa como en las Juntas Generales, rechazando los hechos y exigiendo al alcalde de la localidad y al diputado general un pronunciamiento «nítido y claro».
Sin esperar a que la moción del PSE llegue a las Juntas Generales, la Diputación de Gipuzkoa hizo pública una nota en la que «muestra su rechazo a este hecho, al igual que rechaza todo tipo de acción violenta, independientemente del origen de la misma».
Afirma, además, que «todas la víctimas merecen ser reconocimiento y reparación. En este camino, la reconciliación será un paso fundamental para superar todas y cada una de las consecuencias del conflicto y del uso de cualquier tipo de violencia».
La nota de la institución foral señala que «nos comprometimos para trabajar en favor de la paz y la democracia para que este tipo de actuaciones no vuelvan a suceder y nos hemos reafirmado en ese compromiso desde que hemos tomado la responsabilidad del gobierno de Gipuzkoa. Así lo ha hecho la coalición Bildu desde su creación».
Los comunicados de PP y UPyD también fueron más dirigidos contra Bildu que contra los propios autores del ataque al monolito. El presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, calificó de «absurda e infame» la agresión al monolito y de inmediato realizó un emplazamiento a Martin Garitano, al que advirtió de que «ya no vale ponerse de perfil». «Son estos momentos los que demuestran la apuesta verdadera por la regeneración democrática de Euskadi y de Gipuzkoa por parte de Bildu», añadió.
La quema de una banderola en demanda de que los presos políticos vascos sean repatriados originó un incendio en la fachada de un edificio de Usurbil que provocó daños en varias viviendas, como informó GARA en su edición del pasado sábado. El incendio tuvo lugar la madrugada del 25 al 26 de junio. Los habitantes del inmueble fueron alertados a través del portero automático por un vecino del edificio de enfrente que vio las llamas. Según el informe de los Bomberos de Donostia, «del análisis de los restos del incendio se puede afirmar que éste se inició en el exterior del balcón, donde había una banderola colgada sobre la barandilla. El fuego se propagó por la persiana de madera hasta la parte alta de la ventana».
Todo apunta a que la quema de la banderola fue intencionada. El fuego afectó al tendido eléctrico, dejando sin luz parte de los edificios de la calle. El humo y el uso de extintores provocaron también daños en el interior de viviendas, sin afectar a su estructura.
La Ertzaintza se personó en el lugar, sin que conste declaración alguna al respecto de Rodolfo Ares, que el 27 de junio ofreció una rueda de prensa en la que dijo que su departamento mantendrá la política de «tolerancia cero» con los comportamientos violentos. GARA