La plataforma por la oficialidad de las selecciones deportivas vascas (Esait) compareció ayer en Bilbo para anunciar las gestiones que está realizando de cara a la disputa de dos etapas de la Vuelta Ciclista a España en carreteras vascas el próximo mes de setiembre (los días 9 y 10).

En medio de una gran expectación, sus portavoces Martxel Toledo y Egoitz Askasibar subrayaron que la decisión de que la carrera pase por Euskal Herria -33 años después de que lo hiciera por última vez- responde a que «PSE-EE y PP utilizan el deporte como arma de españolización de Euskal Herria».

De ahí que Esait pretenda denunciar esta maniobra, y en esa línea mantienen contactos «con agentes sociales, políticos y sindicales para dar una respuesta apropiada ante la provocación y el pulso que nos lanzan».

No patas arriba, pero sí denuncia

Askasibar destacaba que el diseño de la carrera y su paso por Euskal Herria «no es un hecho gratuito, sino una decisión política calculada en aras de una normalizacion que consiste en impedir elegir los colores con los que queremos competir».

A las preguntas sobre la manera de materializar esa respuesta, Martxel Toledo destacó la afición txirrindulari que existe en Euskal Herria, y apuntó que no se trataba de «poner patas arriba la Vuelta los días que pase por aquí», pero sí de denunciar esta decisión, «porque no entendemos Euskal Herria como parte de España».

Askasibar concretó aún más la posición de Esait: «Aceptaríamos la Vuelta a España en Euskal Herria si fuera en las mismas condiciones en las que se desarrollaría una etapa de esta competición en otro país». Unipublic tiene ahora la palabra.