El tribunal rechazó en primera instancia en setiembre de 2008 condenar a la Dutchbat pese a que dio por probado que entregó a refugiados bosnios a las milicias serbias violando legislación nacional e internacional.

Los demandantes eran el intérprete de la Dutchbat, que perdió a su padre y a su hermano, y la famailia de un electricista empleado por los cascos azules holandeses, ejecutados tras haber sido sacados de la base.

El Estado deberá abonar a los demandantes indemnizaciones con intereses cuyo montante será decidido una vez se agoten todos los posibles recursos.

«Es cierto que la Dubchbat actuaba bajo comando de la ONU pero tras la caída de Srebrenica se produjo una situación extraordinaria, en la que el Gobierno holandés se implicó activamente en las actividades de la Dubchbat y en la evacuación de los refugiados», señala la sentencia, que apunta así a la responsabilidad del Estado.

El hermano del intérprete y el electricista masacrados fueron sacados de la base donde hallaron refugio 5.000 bosnios. El padre del primero decidió voluntariamente ir detrás de los dos hombres al encuentro de las milicias serbias.

Los demandantes interpusieron una denuncia por genocidio ante la fiscalía de Arnhem en julio de 2010, concretamente contra tres soldados holandeses a los que acusan de haber entregado a sus familiares a las milicias lideradas por Ratko Mladic.

Este proceso es distinto al que interpusieron las Madres de Srebrenica ante el Tribunal Penal de La Haya, que falló en julio de 2008 declarándose incompetente para juzgar a la ONU y al propio Estado holandés como responsables de la matanza de Srebrenica. El abogado en Holanda de las Madres de Srebrenica, Axel Hagedorn, reconoció que «hay diferencias con respecto a nuestro dossier» aunque apuntó a que «seguramente, esta sentencia tendrá implicaciones para nosotros. El problema es adivinar cuáles. Eso no está todavía claro».

Reacción del Gobierno

Los sucesivos Gobiernos holandeses han justificado repetidamente su inacción, cuando no su colaboración, en que las tropas no tenían apoyo aéreo para resistir de forma eficaz.

Un portavoz del Ministerio de Defensa reconoció que «la sentencia es un poco sorprendente, porque es la primera vez que se nos considera responsables». Reconoció, eso sí, que «aunque no cometimos los crímenes, hace años que se debate si podríamos haber hecho más para proteger» a la población civil.