El barco francés, `Dignité Al-Karama', uno de los que participa en la Flotilla de la Libertad que quiere denunciar y romper el bloqueo a Gaza, consiguió ayer dejar las aguas territoriales griegas y dirigirse hacia el territorio palestino. La pequeña embarcación, de 19 metros de eslora y con diez personas a bordo, entre ellas el líder del Nuevo Partido Anticapitalista francés, Olivier Besancenot, se encuentra ya en aguas internacionales.

«El barco no estaba registrado ni estaba en el puerto del Pireo» y pudo así burlar la vigilancia de los guardacostas griegos, declaró a la AFP Juan-Claude Lefort, antiguo diputado comunista y portavoz del colectivo. «Ha podido llenar el depósito de combustible y cargar comida. Avanza hacia Gaza», precisó. El barco pretende llegar a territorio palestino en 72 horas.

Lefort añadió que pedirán protección al Ministerio de Asuntos Exteriores francés. Además, otro barco se preparaba para partir desde el puerto de recreo de Alimou, cerca de Atenas. Las autoridades griegas han impuesto la prohibición de partir a los barcos que declaren Gaza como destino. Grecia, que ha estrechado sus relaciones con Israel, sobre todo económicas, justificó la prohibición por la necesidad «de proteger a los pasajeros». Ayer mismo, el capitán del `Gernika' firmó una comunicación del Ministerio de Protección Civil griego en la que, de forma oficial, se trasladaba la prohibición para cualquier embarcación de partir desde hacia Gaza, por considerarla una «zona de guerra».

Dos barcos, el `Audacity of Hope' y el `Tahrir' ya fueron interceptados por los guardacostas griegos cuando intentaron dejar El Pireo y el puerto cretense de Aghios Nikolaos. El capitán estadounidense del primero fue puesto en libertad ayer.

Ocupan la embajada española

Mientras los barcos siguen inmovilizados, se suceden las protestas, entre las que destacó ayer la ocupación de la embajada española en Atenas, en cuyo balcón desplegaron una bandera palestina, por parte de unos treinta miembros de Rumbo a Gaza. Entregaron al embajador dos cartas mediante las que se le informó de «la situación del `Gernika y de las 45 personas de ciudadanía española que han visto vulnerados sus derechos con la orden injusta e ilegal del Gobierno de Grecia de inmovilizar a la Flotilla».

También se pide a la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que presione al Gobierno de Grecia para que retire la prohibición «que vulnera el Derecho comunitario, la propia legislación y el Acuerdo de Schengen de libre circulación de personas de la UE«.

Pero el departamento que dirige Jiménez rechazó sus peticiones y les aconsejó que acepten que sea el Gobierno griego para el que se encargue de trasladar la ayuda humanitaria sin romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel. El comunicado de Exteriores no satisfizo a los activistas, que decidieron pasar la noche en la embajada. Por otra parte, dos palestinos murieron y otro resultó herido a consecuencia de un bombardeo de la aviación israelí sobre el campo de refugiados de Maghazi, en la franja de Gaza