El BCE cumple con las expectativas del mercado y sube los tipos un 0,25%
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido subir los tipos de interés de la zona euro en un cuarto de punto, hasta el 1,5%, como ya había descontado el mercado después de que su presidente, Jean Claude Trichet, sugiriera tras la reunión de junio un nuevo incremento de la tasa rectora. La mayoría de analistas, sin embargo, coincide en que no es una medida adecuada en las actuales circunstancias económicas de frágil recuperación.
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Con la decisión adoptada ayer, el instituto emisor europeo eleva por segunda vez este año los tipos de interés, después de que en abril abandonaran el 1%, su nivel más bajo de la historia, donde permanecían desde el mes de mayo de 2009 con el objetivo de apoyar la recuperación de la economía de la eurozona..
Durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, su presidente, Jean Claude Trichet, calificó de «acomodaticia» la política monetaria de la institución, pero evitó utilizar la expresión «fuerte vigilancia», empleada habitualmente por el banquero galo para anticipar subidas de la tasa rectora.
Ello podría sugerir que en los próximos meses no se producirán nuevas subidas de tipos, debido a que la actividad económica de la zona euro registrará un menor ritmo de crecimiento en el segundo trimestre del año respecto a los tres primeros meses de 2011.
«Los datos económicos sugieren cierta desaceleración de la economía», dijo Trichet, quien habló de una «expansión continuada en el segundo trimestre, aunque a un ritmo menor que en el primer trimestre».
A este respecto, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona señaló que esta desaceleración refleja que el fuerte crecimiento registrado en los tres primeros meses del año se debió en parte a factores especiales.
Medida contraproducente
Pese a que los analistas daban en general por descontada esta subida, la mayoría coincide en que no es una medida adecuada en las actuales circunstancias económicas de frágil recuperación y creen que puede ser bastante contraproducente y un golpe adicional a los países de la periferia de la zona euro.
De hecho, el presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, se encuentra en una encrucijada cuando quedan menos de cuatro meses para que concluya su mandato al frente del BCE.
Por un lado, la crisis de endeudamiento soberano de los países periféricos de la zona del euro amenaza la estabilidad económica y financiera del área.
Por otro, el BCE debe actuar para no poner en entredicho su credibilidad y luchar contra la inflación, que en junio permaneció en el 2,7%.
La entidad monetaria europea tiene como objetivo mantener la tasa de inflación en un nivel inferior, aunque próximo al 2% a medio plazo. Las subidas de los tipos de interés encarecen la financiación de los bancos comerciales y de los gobiernos de la zona del euro.
Entre las opiniones recogidas por la agencia Efe, la economista Marie Diron de la empresa auditora y consultora Ernst & Young considera que «no es el momento adecuado para incrementar las tasas de interés».
«Interesa a todos encontrar un acuerdo en cómo salir de la actual crisis (de endeudamiento). Un impago desordenado de la deuda soberana de Grecia arrastraría a la zona del euro de nuevo a una profunda recesión», según Diron.
Sin embargo, los mercados prevén que el BCE acometerá nuevas subidas este año. El analista del Commerzbank Michael Schubert señaló que el BCE incrementará de nuevo su tasa rectora en el cuarto trimestre, también de forma moderada, por lo que a finales de año los tipos se situarían en el 1,75%.
Pese a que los analistas daban en general por descontada esta subida, la mayoría coincide en que no es una medida adecuada en las actuales circunstancias económicas de frágil recuperación y creen que puede ser bastante contraproducente.
Los mercados prevén que el Banco Central Europeo incrementará de nuevo su tasa rectora, aunque esto no sucedería hasta el cuarto trimestre del año, a la espera de cómo evolucione la economía de la zona euro.
El Banco Central Europeo ofreció ayer una «respuesta inmediata» a la decisión de la agencia Moody's de rebajar la calificación de los bonos portugueses hasta el grado especulativo o «bono basura» y anunció que aceptará como garantía para prestar dinero los títulos de deuda soberana de Portugal aunque no cumplan la calificación mínima de las agencias de medición de riesgo.
Justificó esta decisión por el hecho de que Portugal ha implementado un programa de ajuste económico y financiero negociado con la Comisión Europea (CE), el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A finales de marzo, el BCE tomó la misma decisión respecto a la deuda soberana de Irlanda y el año pasado con la de Grecia.
Por otro lado, Jean Claude Trichet envió un nuevo recado a los gobiernos europeos al subrayar que la cuestión de la participación o no de los bancos en el rescate de Grecia corresponde a los gobiernos.
En cualquier caso, reiteró que el BCE «ha dicho no a un impago selectivo», en referencia a la posibilidad de que las agencias de calificación otorguen al país heleno una calificación de impago.
Sobre esta cuestión, el banquero francés criticó la existencia de «elementos procíclicos» en el funcionamiento de las agencias de calificación, algo que «no es óptimo», por lo que lamentó la influencia de la que disfrutan «pequeñas estructuras oligopolísticas», algo que «no es deseable» en unas finanzas globales.
No obstante, subrayó que resultaría «muy ingenuo» pensar en que es sencillo encontrar una solución. GARA