Stefan Kornelius (2011/7/8, SUEDDEUTSCHE.DE, Traducción:GARA)
Los medios maquinan, la política obedece
(...)Todos los gobiernos británicos funcionan de acuerdo al mismo reflejo: Todos quieren ganarse el favor de Murdoch y de sus periódicos. Cuando el magnate presta su apoyo a la oposición, mucha gente en Gran Bretaña lo interpreta como una demanda para un cambio en el Gobierno.(...)
(...) Hay un motivo trivial tras el comportamiento de Murdoch, su poder de mercado y su burdo deseo de influencia política. Murdoch, un intruso no deseado y despreciado en el panorama de los medios británicos, anhela el respeto y pone el miedo a Dios en los demás. Murdoch quiere un rol mayor en el aparato del Gobierno que el apropiado para un propietario de periódicos. Bajo el sentimiento de invulnerabilidad, la cultura de la ilegalidad prosperó en su compañía, donde sus empleados ni siquiera se encogieron ante los juegos de azar con el destino de niños secuestrados. El stablishment político británico toleró esta situación -y tendrá que pagar ahora el precio-.(...)