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TOUR 2011 Los equipos de los sprinters no quisieron desaprovechar la antepenúltima opción que les quedaba

Mark Cavendish se desquita

El inglés se tomó la revancha ante Greipel y logró su tercera victoria de etapa y un maillot verde por el que sólo pelean Rojas y Gilbert.

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Joseba ITURRIA | ENVIADO ESPECIAL

Mark Cavendish se desquitó de la derrota sufrida el día anterior ante André Greipel al vencer en Lavaur la undécima etapa del Tour. Superó a su mayor rival, lo eran incluso cuando compartían equipo hasta el año pasado, en una llegada en la que cambió de táctica al lanzar el sprint sin esperar a lo que hicieran sus rivales para lograr su tercera victoria en este Tour y la decimoctava en cuatro ediciones.

El inglés no sólo logró la etapa, también un maillot verde que quiere defender. A pesar de que hoy empieza la alta montaña, Cavendish dejó claro que piensa aprovechar las opciones que quedan a los sprinters los domingos de Montpellier y París, donde quiere subir al podio final de verde por vez primera.

El sprint intermedio de ayer demostró además que son pocos los rivales que tendrá en esta pelea porque sólo José Joaquín Rojas y Philippe Gilbert quisieron disputarlo. Y el valón luego ni se metió en la llegada del pelotón, aunque sus esperanzas están puestas, como las de Rojas, en sumar puntos en las etapas de montaña.

Pablo Urtasun sprintó y acabó decimoséptimo. Más que el puesto, lo importante fue que el navarro tuvo las fuerzas y la moral para meterse en la pelea por los puestos de honor después de la caída del martes.

Escapada sin permiso

La etapa fue fiel al guión esperado, tanto en su desarrollo como en su final. Lo único que no se podía prever eran los nombres de los corredores que se metieron en la fuga. Se formó en el kilómetro 12 y entraron en ella Rubén Pérez (Euskaltel), Boom (Rabobank), Delage (FDJ), Grivko (Astana), Valentin (Cofidis) y Engoulvent (Saur Sojasun).

Al ser seis los fugados, el HTC de Cavendish no quiso dejarles mucho margen y apenas pudieron tener cuatro minutos y medio. Luego los mantuvieron a tres hasta que a falta de 50 kilómetros los equipos de los sprinters decidieron acelerar. Acertaron con la calculadora y los cazaron a falta de tres kilómetros -Boom aguantó hasta que restaban dos- en medio de una tormenta que se desató al final.

Lo mejor de la jornada fue que no hubo ninguna caída pese a la lluvia. Eso sí, el ritmo al que se disputó la etapa fue muy alto y se superó el mejor promedio previsto por la organización de 44 kilómetros por hora, con lo que la jornada no fue tranquila y a partir de hoy en la montaña los ciclistas pueden acusar la dureza de lo vivido hasta ahora.

El peso del Giro

El que no aguantó el ritmo que lleva el Tour es el cuarto del Giro, John Gadret, que comprobó la dificultad que entraña correr a un alto nivel en una misma temporada estas dos grandes. El año pasado sí había sido capaz de ser el mejor francés en las dos, pero su esfuerzo en Italia este año ha sido superior, la dureza de las dos pruebas también mayor, y ayer no tomó la salida. Ya en las primeras etapas Kiryienka, tras su buen Giro, había llegado fuera de control.

Sólo Contador intenta desafiar esa dificultad que tienen los corredores que disputan el Giro de responder en el Tour. A partir de hoy en los Pirineos se podrá comprobar la respuesta del madrileño a la mayor exigencia que nunca ha afrontado. También la de todos sus rivales.

LA ESCAPADA

Rubén Pérez (Euskaltel), Boom (Rabobank), Delage (FDJ), Grivko (Astana), Valentin (Cofidis) y Engoulvent (Saur Sojasun) formaron la fuga del día, que fue anulada por los equipos de los sprinters a tres kilómetros de la meta.

NINGUNA CAÍDA

La principal noticia de la etapa fue que por vez primera desde el inicio del Tour no se cayó ningún corredor a pesar de la lluvia y del alto ritmo de los corredores, que superaron el mejor horario previsto de 44 kilómetros hora.

Cuarta escapada de Euskaltel sin opciones

Euskaltel tuvo presencia ayer por cuarta vez en una fuga, la segunda de Rubén Pérez, que se une a las de Gorka Izagirre y Pablo Urtasun. Todas ellas llamadas a no llegar, los únicos días para tener opciones eran los del Macizo Central, pero quizás la menos lógica fue la de ayer. Euskaltel sólo tiene siete ciclistas y es a partir de hoy en Pirineos donde sí es bueno que el equipo tenga presencia en fugas, para responder a su público y para ofrecer a Samuel un apoyo por delante si lo necesita. Después de la paliza de ayer, será difícil que Rubén pueda aportar algo en Pirineos. Joseba ITURRIA

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