El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, declaró ayer a Efe que está «encantado» de la estrategia de pactos postelectorales desarrollada por el PNV, aunque haya supuesto una pérdida de poder institucional, porque considera que su partido puede «alardear» de haber sido «honesto y coherente».

Tras la formación de los ayuntamientos y las instituciones forales, el PNV ostenta la menor cuota de poder institucional de su historia reciente, al gobernar únicamente una diputación y una capital (Bizkaia y Bilbo). No obstante, Urkullu destacó la subida en votos en los comicios locales respecto a hace cuatro años y recordó que en la anterior legislatura presidieron las diputaciones de Araba y Gipuzkoa sin haber sido la formación más votada en esos herrialdes.

«Tenemos que hacer un profundo ejercicio de reflexión autocrítico, pero tampoco debemos flagelarnos por perder el poder de gobierno institucional. Es una situación de oportunidad, de pensar qué se ha hecho en cada municipio y territorio, aunque como PNV nos gustaría estar en los gobiernos», puntualizó.

Sostuvo que el PNV ha sido «absolutamente honesto» al rechazar los «pactos a la contra» que le plantearon el PSE y el PP respecto a Bildu. Y defendió la actuación de Xabier Agirre en el pleno de investidura del diputado general de Araba, al denunciar que EB pidió al PNV cargos públicos a cambio de su apoyo.

Por otro lado, Iñigo Urkullu comentó que hasta «avanzado el mes de setiembre» no se planteará si opta a la reelección como presidente del EBB, pese a que públicamente nadie en el partido pone en cuestión su liderazgo.