La Mesa Intersectorial de la Madera (MIME), una asociación profesional fundada en 1994 como órgano de representación del sector forestal de la CAV y sus industrias asociadas de la madera, celebró el pasado viernes su asamblea anual, en la que participaron representantes de propietarios forestales, rematantes, empresas aserraderas, embalajistas, de segunda transformación y comerciales, entre otros.

El encuentro sirvió para hacer balance de las actuaciones llevadas a cabo hasta la fecha y programar las iniciativas futuras que estarán marcadas, según acordaron los participantes en el foro, por la sostenibilidad. En este sentido, subrayaron que uno de los principales objetivos que la MIME se plantea en este 2011 será «continuar con la certificación de los bosques y lograr que el 80% de la madera en pie esté certificada».

Potenciar el uso de la madera

La Mesa Intersectorial de la Madera acordó también seguir trabajando para potenciar el uso de la madera, «comenzando por la gestión forestal sostenible, un sector de gran tradición y que impulsa el desarrollo socio-económico de Euskadi». Recordó que muchas de sus iniciativas se han centrado en «dar a conocer las ventajas del uso de la madera y sus características como elemento sostenible y renovable», en referencia a su participación en encuentros como Ingurubide o Bioterra.

La Mesa Intersectorial valoró asimismo la colaboración con el Gobierno de Gasteiz en la elaboración del plan estratégico del sector forestal, que próximamente se dará a conocer. Este plan pretende analizar las posibles estrategias de desarrollo del sector frente a las dificultades estructurales que padece en la actualidad, como «la carencia de una visión compartida» de los integrantes del sector, «la pequeña dimensión relativa de las explotaciones forestales» y «la creciente globalización y competencia de otros países».

La asamblea destacó también como uno de los proyectos más importantes el de la clasificación de las vigas de grandes escuadrías de pino radiata, un proyecto encargado por la MIME y elaborado en los laboratorios de INIA con la colaboración de la Diputación de Bizkaia.

Los asistentes a la asamblea fueron informados en este sentido de los excelentes resultados que ha dado el pino radiata al alcanzar la clase C22 MEG, «equiparándose en cuanto a resistencia con el pino silvestre y el pino laricio, por lo que ha entrado dentro de la categoría de las mejores maderas para su uso en la edificación».