Londres niega una estrecha relación con el grupo de Murdoch, que pide disculpas
El Gobierno británico negó tener una estrecha relación con el grupo de dirige Rupert Murdoch, implicado en el escándalo de las escuchas ilegales, a pesar de que eran conocidos los fuertes lazos del primer ministro, David Cameron, con algunos de sus responsables. El magnate pidió ayer perdón a través de los siete principales periódicos británicos en un intento de controlar una espiral que amenaza su imperio y ha costado ya el puesto a dos de sus directivos de confianza.
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«Lo sentimos», indicó ayer Rupert Murdoch en el mensaje publicado a toda página en los siete principales periódicos británicos a tres días de comparecer en la Cámara de los Comunes para declarar sobre las escuchas ilegales efectuadas por el ya desaparecido «News of the world». Este escándalo ha salpicado al primer ministro, David Cameron, por su vinculación con varios responsables del grupo News International, la filial británica del imperio mediático de Murcoch y con el propio magnate, una al parecer estrecha relación que el Gobierno de Londres negó ayer.
La de ayer fue la segunda muestra de humildad de Murdoch después de que el viernes pidiera perdón en persona a la familia de Milly Dowler, una niña asesinada cuyo móvil fue intervenido en busca de una exclusiva. Su caso causó indignación en la opinión pública y fue el detonante de esta última crisis.
En su mensaje, Murdoch admite que actuaron tarde, reconoce que «pedir perdón no es suficiente» y promete «medidas concretas» e inminentes para responder a este escándalo de escuchas ilegales y sobornos policiales. El jueves insistía aún en que su grupo sólo había cometido «errores menores».
Este escándalo de las escuchas tiene ramificaciones periodísticas, políticas, judiciales y económicas. Varios supuestos implicados estaban muy cerca del poder, especialmente Andy Coulson, ex redactor jefe del dominical ya cerrado y jefe de prensa de Cameron hasta que dimitió en enero, que se encuentra en libertad provisional.
Veintiséis encuentros
El diario «The Independent» publicó ayer que Cameron se reunió 26 veces con ejecutivos de News Corporation en los quince meses que lleva en el poder, entre ellos el propio Rupert Murdoch, su hijo James, Rebekah Brooks -número dos de la filial británica, que dimitió el viernes- y Coulson cuando ya había renunciado. Los tres últimos le visitaron en su residencia campestre de Chequers.
Los medios de Murdoch, especialmente el sensacionalista «The Sun», el diario más vendido de Gran Bretaña, apoyaron al conservador Cameron en su campaña electoral, dando un giro total a su tradicional respaldo a los laboristas.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, señaló ayer que no está «en absoluto» avergonzado por las relaciones del Gobierno con los ejecutivos de Murdoch. «No es sorprendente que en un país democrático haya contactos entre sus líderes» y los directivos de medios informativos «aunque en este país hay algo equivocado y debe ser enmendado», señaló Hague a la BBC.
Cameron reconoció la semana pasada que la relación entre los políticos, los medios informativos y la Policía en Gran Bretaña es demasiado estrecha y debe ser enmendada.
Según Hague, Cameron invitó a Coulson a Chequers «para agradecerle su labor; trabajó para él durante varios años, es un hecho normal y un gesto humano». Coulson es una de las nueve personas detenidas e interrogadas por la Policía, aunque nadie ha sido acusado aún de haber cometido delitos o irregularidades.
Desde que saltara el escándalo, los tories han tratado de distanciarse de Murdoch y los laboristas han tomado la iniciativa.
«Un hombre desesperado»
Ayer, el ex viceprimer ministro laborista John Prescott, uno de los espiados por «News of the world», restó credibilidad a la disculpa de Murdoch y la relacionó con su próxima comparecencia en la Cámara de los Comunes. «Estamos hablando de un hombre desesperado por salvar su empresa y capaz de hundir a todos los demás», señaló a la BBC.
En Gran Bretaña habrá pesquisas policiales, judiciales y de ética periodística, mientras que en EEUU se le ha abierto una investigación por supuestas escuchas a las víctimas del 11-S.
El viernes dimitieron los dos más fieles colaboradores de Murdoch, la ejecutiva Rebekah Brooks en Gran Bretaña y su número dos en EEUU, Les Hilton, presidente de News International cuando se produjeron las escuchas y hasta ahora director ejecutivo de la agencia de información financiera Dow Jones, la mayor empresa del imperio Murdoch en EEUU.
Les Hinton, presidente de la compañía Dow Jones, propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, presentó el viernes su dimisión por el escándalo de las escuchas, que se produjeron cuando era consejero delegado de News International.