TOUR 2011 Los Schleck no pudieron distanciar a Contador, que sale vivo en unos Pirineos marcados por la igualdad entre los ocho primeros
Samuel vuelve a ganar tiempo
Aprovechó el marcaje entre los favoritos para atacar sin tener un gran día, llegó segundo a la meta, y ya es sexto en la general.
Joseba ITURRIA | PLATEAU DE BEILLE
Samuel Sánchez volvió a ser el más listo de la clase y el único de los favoritos que aprovechó el marcaje de los demás en la subida final a Plateau de Beille para marcharse por delante. Llegó segundo a meta tras su compañero en la subida de Luz Ardiden -Jelle Vanendert- con 25 segundos sobre Andy Schleck y 27 sobre los otros seis corredores con los que deberá pelear por las plazas de honor en los Alpes y en la crono de Grenoble.
La etapa de ayer confirmó que hay ocho ciclistas que están a un nivel superior al resto y que no hay grandes diferencias entre ellos. Además reiteró que sus compañeros que estaban llamados a ayudarles en las subidas no están a buen nivel. Eso, unido al viento que sopló en Plateau de Beille, provocó que los favoritos se limitaran a vigilarse y Samuel Sánchez aprovechó que el pelotón le concede un margen, a pesar de su cuarto puesto del año pasado y de que ya es sexto en la general al superar ayer a Cunego y Contador.
Los hermanos Schleck fueron quienes más activos se mostraron, pero sin posibilidad de distanciar a Alberto Contador, que demostró que no está en su mejor estado, pero respondió a todos sus ataques. Andy dio la impresión de estar más fuerte que los demás y lo demostró en su aceleración final, que le permitió arañar dos segundos, mientras Frank llegó más justo. Pero quizá lo más destacado fue la respuesta del líder Voeckler, que saltó a la mayoría de los ataques, y de Evans, que no se conformó con seguir el ritmo de los escaladores e intentó sacarles tiempo al ver las debilidades de Frank Schleck y Contador.
También Basso quiso marcar un ritmo que sólo puso en problemas a Cunego, pero todos desistían. No hubo ningún ataque continuado y eso provocó que los favoritos subieran a un ritmo que permitió al único que no inquietaba en la general, Vanendert, saltar a por la etapa a siete kilómetros de la meta, y a Samuel, que no parecía en su mejor día, acelerar para volver a coger tiempo. Entre las dos etapa pirenaicas ha recuperado casi lo perdido en la crono por equipos y el podio que se marca el equipo como segundo objetivo tras la etapa está más cerca.
Haimar Zubeldia mantuvo la decimoquinta plaza de la general pese a ser sancionado con 20 segundos al entender los jueces que por dos veces fue empujado por el coche de Radio Shack.
Escapada y trabajo de Leopard
Hasta la subida final, los dos aspectos más destacados de la última jornada pirenaica fueron una escapada de 24 corredores que llegaron a tener más de nueve minutos de ventaja y el trabajo de los veteranos de Leopard para endurecer la carrera y anularla en la última ascensión.
Entraron en la fuga Rubén Pérez y Gorka Izagirre (Euskaltel) y Zandio (Sky) con El Fares (Cofidis), Casar, Delage y Vichot (FDJ), Millar (Garmin), Gerdemann y Voigt (Leopard), Chavanel y Pineau (Quick), Riblon y Bouet, (Ag2r), Koren (Liquigas), Malori (Lampre), Charteau (Europcar), Luis León Sánchez y Mollema (Rabobank), Quinziato (BMC), Marcato (Vacansoleil), Silin (Katusha) y Rui Costa (Movistar).
En la bajada del col de La Core se formó un terceto por delante con El Fares, Casar y Millar, que llegaron a sacar más de dos minutos a los demás. En el inicio del duro puerto de Agnes se unieron por detrás Riblon, Gorka Izagirre, Zandio, Silin, Voigt, Di Gregorio, Chavanel y Gerdemann. El de Ormaiztegi atacó en el descenso y llegó a contar con un minuto de ventaja sobre sus perseguidores, pero a 25 kilómetros de meta fue cazado por los supervivientes de la escapada.
Luego lo intentó Rubén Pérez y Casar inició la subida en cabeza, pero la etapa se jugó entre los hombres más fuertes del Tour y de todos ellos ganó el peor clasificado en la general.
Gorka Izagirre y Rubén Pérez entraron en la escapada buena e intentaron marcharse en solitario, pero Leopard quiso endurecer la carrera y marcó un ritmo que provocó que la etapa se decidiera entre los más fuertes y ganara el peor colocado en la general.
Jelle Vanendert transmitía una felicidad al final de la etapa que compensaba el sabor amargo que le quedó al ser segundo en Luz Ardiden tras Samuel Sánchez. No sólo ganaba, también lograba el maillot de la montaña. La nueva puntuación provoca que sólo con puntuar en Luz Ardiden y en Plateau de Beille el corredor del Omega y Samuel Sánchez ocupen las dos primeras plazas de la general con gran diferencia sobre Roy, que ha puntuado en muchos puertos. Vanendert ha pasado primero un puerto de Tercera, de ahí los dos puntos de ventaja sobre el asturiano del Euskaltel.
Hasta ayer apenas había ganado en profesionales la Flecha Flamenca en 2007, en su debut con el Topsport. Al año siguiente pasó al FDJ con su líder Gilbert, y se temió por su carrera deportiva al sufrir una grave lesión en la cadera tras una caída en la Dauphiné en 2008. Tiene 26 años y esta temporada ha empezado a destacar al ser mejor apoyo en las clásicas ardenesas ganadas por el número uno mundial.
Tras las clásicas explicó que se centró en el Tour: «Hice un stage de dos semanas en Italia y en Dauphiné estaba en buena condición. Ahora estoy fresco, en perfecto estado en el Tour, gracias a que el equipo me ha dado la opción de prepararme al 100% para venir. Gracias a ellos por eso».
Agradecía el tiempo perdido que le dio la opción de ganar ayer: «He visto que los favoritos se miraban, que los hermanos Schleck hablaban -Andy era el más fuerte- y no han subido a tope, por lo que decidí atacar. Es mejor tener una desventaja y pensaba que con el tiempo perdido y mi estado de forma podía llegar. Si estuviera quinto en la general a 30 segundos habrían reaccionado, pero estoy a 12 minutos y me han dejado irme». Joseba ITURRIA