Jelle Vanendert era un desconocido antes de la etapa del viernes, cuando sólo fue superado por un gran Samuel Sánchez. El belga pudo desquitarse ayer de la amargura del segundo puesto, aunque, una vez más, el asturiano casi le aguó la fiesta.

Y es que Samu trató de aprovecharse del marcaje entre los favoritos para ir por su segunda victoria: «Cuando salté del grupo no salieron a por mí y me aproveché de la situación para pescar de nuevo en río revuelto». Al menos el esfuerzo le sirvió para adelantar a Alberto Contador en la general: «Falta mucho Tour, esto es muy largo. Vamos a ver cómo pasamos los días, pero creo que los Alpes serán determinantes. Las fuerzas están igualadas. Veo a Basso muy fuerte, y creo que Alberto Contador irá mejorando con el paso de los días».

Por detrás del asturiano se pudo ver una clara copia de lo vivido el año pasado, con Andy Schleck y Alberto Contador marcándose muy de cerca. Al término de la jornada Andy Schleck señaló que Cadel Evans e Ivan Basso «están en plena forma y son los dos rivales a batir». El luxemburgués añadió que el ascenso de Plateau de Beille no era un buen lugar para atacar «porque no era una gran pendiente y necesito puertos más selectivos. Cada vez que atacabas apenas sacabas 50 metros, era menos duro que Luz Ardiden y más difícil por el viento».

Crítica a los demás favoritos

Frank criticó al resto de los favoritos porque sólo ellos trataron de atacar: «Me recuerda a 2009, cuando sólo Andy y yo movíamos la carrera. Sólo Basso ha hecho algo, el resto han estado observándose. Es una pena». Respecto a Voeckler, destacó que «para mí no es ninguna sorpresa, le he seguido en la París-Niza y al principio del Tour y me lo esperaba. El amarillo da una motivación suplementaria».

Alberto Contador se mostró satisfecho pese a no tener buenas sensaciones. «No se puede decir que haya estado bien, porque bien es ganar. No me gusta esta forma de correr, es muy diferente a la mía, pero las cosas son como son y por unas cosas u otras no corro como me gusta. Hoy [por ayer] no he tenido mal día, me he visto mejor y espero que día a día vaya mejorando y que en los Alpes esté totalmente recuperado y pueda empezar a recuperar tiempo», reconoció.

Un redactor de «France 2» le preguntó si creía que todavía podía ganar el Tour, y Contador contestó con un breve «sí». Respecto a sus rivales, el corredor madrileño señaló que «han tenido un principio de Tour sin ningún problema y yo he tenido caídas, problemas... Además, el calendario no ha sido el más idóneo para afrontar con garantías una carrera como el Tour».

Concluyó mostrándose escéptico con la táctica de los hermanos Schleck, que no han apro-vechado la montaña para distanciar a Cadel Evans: «Así tendrán más difícil la victoria».

El propio corredor australiano, Cadel Evans, reconoció que la de ayer «era una subida muy larga, pero no demasiado difícil, y se ha visto que los candidatos están todos al mismo nivel, es muy difícil marcar diferencias. Los hermanos Schleck han planteado su etapa en busca del maillot amarillo y me miraban para que les ayudase, pero yo no estoy aquí para llevarles a París». Respecto a su estrategia, Evans indicó que «todo es cuestión de constancia y de estar presente cada día, así es como lo veo. Quizá me equivoque, pero ya he acabado segundo dos veces».

Por último, Sandy Casar se llevó el premio a la combatividad de la etapa, aunque el ciclista francés del FDJ reconoció que «cuando he visto pasar a Vanendert me he venido abajo».