Euskaltel se planteaba la temporada con unos objetivos muy ambiciosos. Pese a tener el presupuesto más bajo del World Tour, dividió a sus hombres importantes en dos frentes para cubrir los cuatro retos que se planteaba. Buscaba estar adelante en la Euskal Herriko Itzulia y Samuel, tras ganar en Lizarra, logró la victoria en Arrate y luchó por la general hasta la última crono. Iba al Giro a buscar una etapa y logró las dos más importantes con Igor Antón y Mikel Nieve. Y venía al Tour con el reto de lograr una etapa y de colocar a Samuel en el podio. El primero ya se ha cumplido en Luz Ardiden, y el segundo está más cerca, tras recortar el asturiano tiempo a todos los favoritos en Pirineos.

Que un equipo que reserva a dos de sus tres mejores corredores de grandes vueltas para Giro y Vuelta sea capaz de conseguir lo que ha logrado Euskaltel en Pirineos es digno de elogio. Que un equipo integrado sólo por vascos y un asturiano formado como corredor en Euskal Herria cubra sus cuatro grandes objetivos tiene un mérito enorme. Basta ver que Katusha, con nueve rusos, no tiene un corredor entre los 20 primeros de la general y apenas se le ha visto pese a tener más del doble de presupuesto y casi 50 veces más habitantes que Euskal Herria.

Porque no sólo Samuel ha dado un gran nivel en Pirineos. Rubén Pérez se ha escapado en las dos etapas pirenaicas más importantes tras haberse dado una paliza el día anterior. Gorka Izagirre estuvo muy bien en la etapa de Plateau de Beille, con valentía para buscar la victoria desde lejos hasta que las fuerzas le aguantaron. Gorka Verdugo llegó 19º a Plateau de Beille y está cerca de los primeros 25 en la general, lo que ha permitido a Euskaltel avanzar hasta la séptima plaza de la general por equipos a pesar de perder a dos de sus mejores elementos en montaña, Txurruka y Velasco.

El Europcar, el segundo ganador

Aunque las otras dos etapas pirenaicas las hayan ganado Garmin y Omega-Pharma-Lotto, el otro triunfador de los Pirineos ha sido el Europcar, que ha visto no sólo que Voeckler era un líder sólido y aguantaba con los mejores, sino que además Pierre Rolland ha estado a su altura en todas las etapas y se ha acercado al maillot blanco. El Europcar es segundo en la general por equipos, a sólo seis segundo del Leopard de los Schleck.

También Cadel Evans ha salido reforzado de los Pirineos. Había dudas de su rendimiento en la alta montaña y apenas ha perdido unos pocos segundos con los hermanos Schleck y ha ganado tiempo a Alberto Contador. Tiene una crono de 41 kilómetros que le favorece en Grenoble y se ha convertido en una amenaza para los demás escaladores, que deberán atacar con más decisión en Alpes de lo que lo han hecho en Pirineos.

A pesar de que los organizadores han introducido en las etapas pirenaicas más dureza que en las dos últimas ediciones en las que se pasaron antes que los Alpes, apenas ha habido un minuto de diferencia entre los ocho corredores más fuertes. Se han marcado mucho y Samuel Sánchez lo ha aprovechado y ha encontrado una libertad para moverse que puede sorprender, porque fue cuarto el año anterior. Comentaba Igor González de Galdeano que era bueno que «L'Equipe» no le incluyera entre los diez hombres fuertes de la carrera al inicio del Tour. Además, los dos minutos y medio perdidos en el Vendée le han dado un margen para moverse y ha aprovechado que todos los favoritos están sin equipo cuando Voigt acaba su trabajo de endurecer la carrera, y que Andy Schleck y Alberto Contador no están a la altura de los dos últimos Tours.

Eso se ha traducido en una gran igualdad en Pirineos, aunque probablemente las fuerzas no estén tan niveladas. Da la sensación de que los hermanos Schleck eran los más fuertes, aunque Frank estuvo más flojo en Plateau de Beille y eso pudo contener a Andy. Saben que los Alpes son muy duros y han preferido limitarse a pegar un envite en los últimos kilómetros de Luz Ardiden y Plateau de Beille con la idea de lanzar el órdago definitivo en Galibier y Alpe d'Huez, que está llamado a ser el juez de la carrera como lo fue en 2008 al ganar allí Sastre la etapa y el Tour con un recorrido muy similar al actual.

Sin rematar a Contador

Tienen la esperanza de distanciar a Evans en los Alpes, donde también se verá si han cometido el error de no rematar a un Contador más vulnerable que nunca. El madrileño ha estado desconocido en la montaña, sin lanzar un solo ataque. Se ha limitado a intentar aguantar con la esperanza de recuperarse para los Alpes. La duda estriba en saber si va a ser capaz de superar las secuelas físicas de las caídas y el desgaste del Giro.

Porque los Schleck eran los más fuertes y Andy apenas ha sacado dos segundos a Evans en dos finales en alto y quince a un vulnerable Contador. Lo mejor para la carrera es que los Pirineos han dejado la clasificación general muy abierta. Si antes de su inicio todo se planteaba como un duelo entre los dos dominadores de los últimos Tours, ese pulso sigue en el aire y otros corredores como Voeckler, Samuel, Frank Schleck, Evans y Basso están metidos en la pelea.

Los Pirineos sólo han descartado a los favoritos que habían sufrido caídas importantes como Klöden y Gesink. Las bajas de los líderes del Radio Shack han dejado a Haimar Zubeldia como su mejor hombre para la general, decimoquinto, y como mejor vasco. No será fácil mejorar posiciones.

Un recuperado Cunego para las grandes vueltas opta a su mejor clasificación en un Tour y destaca también la llegada de nuevos corredores como Danielson, De Weert, Urán, Taaramae, Rolland y Jeannesson, que pelearán por entrar entre los diez primeros y, los cuatro últimos, por un maillot blanco al que no optan los dos principales favoritos en el inicio, Robert Gesink y Romain Kreuziger.