GARA > Idatzia > Kultura

La maleta mexicana de capa, en europa

Por primera vez desde hace más de setenta años, la famosa maleta mexicana del legendario fotógrafo Robert Capa y su conmovedor testimonio de la Guerra del 36 han vuelto a Europa. Su contenido es una de las joyas de los Encuentros de Arlés (Estado francés) que, hasta setiembre, se convierten en una de las principales citas de la fotografía mundial.

p050_f02.jpg

Pascale MOLLARD-CHENEBENOIT-AFP| ARLÉS

La «maleta» se compone en realidad de tres cajas que contienen alrededor de 4.500 negativos tomados entre 1936 y 1939 en la contienda española no sólo por Robert Capa, sino también por su compañera Gerda Taro y Chim (seudónimo de David Seymour). Desaparecida en el Estado francés en 1940, la misteriosa maleta fue hallada en México a principios de 1990; en su interior dormían miles de negativos que Robert Capa, cofundador de la prestigiosa agencia Magnum y uno de los mejores fotógrafos del mundo, realizó durante la Guerra del 36. Hasta 2007 no se puso bajo custodia del International Center of Photography (ICP) de Nueva York, guardián de la obra de Capa. «Es un milagro», en palabras de Cynthia Young, conservadora del ICP y comisaria de la exposición «Maleta mexicana», que se puede ver hasta el 18 de setiembre en el Museo departamental de Arlés. Presentada en 2010 en Nueva York, ahora su siguiente cita expositiva está en el Estado español.

«En realidad se trata de varias cajas con rollos de negativos. Todos tenían las leyendas escritas en la cubierta. Es emocionante. Uno tiene la sensación de estar viendo un tesoro», explica Francois Hebel, director de los Encuentros de Arlés. Estos miles de negativos, entre los que hay algunos inéditos, nos permiten conocer mejor la forma de trabajar de los tres periodistas, considerados los fundadores de la fotografía de guerra moderna. Judíos los tres, también los tres exiliados, el húngaro Robert Capa, el polaco Chim y la alemana Gerda Taro se reencontraron en París en 1933. Cuando Franco declaró la guerra en 1936, estos jóvenes fotorreporteros independientes decidieron que iban a informar al mundo de la causa republicana.

Cada uno a su manera. Robert Capa (1913-1954) estaba cerca de la acción, con los combatientes. Las hojas de contacto ampliadas de sus negativos permiten conocer su forma de trabajo en el curso de la batalla. «Capa no preparaba sus fotos. Ya se sabía, pero la maleta mexicana lo confirma», dice François Hebel.

Gerda Taro (1910-1937) tampoco se quedaba atrás. Se centró en el frente de batalla y fotografiaba con intensidad a los muertos. Cuando cubría la batalla de Brunete, en 1937, fue herida de muerte por un vehículo blindado. Fue la primera mujer fotógrafa muerta mientras realizaba un reportaje de guerra.

Chim (1911-1956) era todo humanidad. Se interesaba por las personas a las que afectaba el conflicto, pero que no participaban en él directamente: pescadores, agricultores y funcionarios fueron retratados por su cámara. Fue, junto a Robert Capa, uno de los cuatro fundadores de la mítica agencia Magnum Photos en 1947.

Las tres cajas debieron de ser «confeccionadas» en la primavera de 1939 por Capa, Chim y su asistente Tchiki Weiss, quien llevaba su estudio parisino. Anticipándose a la entrada del Ejército alemán a París en 1940, Weiss, también judío, metió las cajas en una mochila y se subió a una bicicleta en dirección a Burdeos. Confió el paquete a un sudamericano. Y allí se perdió la pista de la maleta.

En la década de 1990, las cajas reaparecieron en México entre las posesiones del general Francisco Aguilar, embajador mexicano ante el régimen colaboracionista de Vichy, quien, sin duda, se llevó con él la maleta de Capa cuando abandonó Europa en 1942. La hija del difunto general se la confió a un realizador amigo suyo, quien se dio cuenta de qué era aquel tesoro. Con el tiempo, la hija de Aguilar se la cedió al ICP, gracias a la mediación de la irlandesa Trisha Ziff, quien ha rodado un documental sobre la parte mexicana de esta aventura.

Ahora este tesoro se puede ver en esta tranquila localidad que se convierte cada verano en la vitrina de la mejor fotografía actual. En el menú de este año, un total de 47 de exposiciones que se prolongarán hasta setiembre, en una cita dedicada este año a la fotografía mexicana. Más información en www.rencontres-arles.com.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo