La provincia de Bamiyán estrena el traspaso de la seguridad en Afganistán
La relativamente tranquila provincia de Bamiyán es desde ayer el primer escenario de la «transición» después de que la OTAN, que desde el viernes ha perdido otros cuatro efectivos, empezara el traspaso formal de las competencias de seguridad a las autoridades de Afganistán. El inicio del proceso coincidió con un nuevo golpe de la insurgencia contra el presidente Karzai, que perdió a un cercano asesor en un ataque a su vivienda.
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La OTAN empezó ayer formalmente a traspasar las competencias en materia de seguridad a las autoridades afganas en la provincia central de Bamiyán, una zona relativamente libre de actividad insurgente pero, paradójicamente, uno de los símbolos del régimen talibán por la voladura de sus famosos Budas gigantes en 2001. El proceso de transición, que continuará en otras cinco áreas la próxima semana, está previsto que sea completado, junto con la retirada de las tropas de ocupación de la OTAN, a finales de 2014.
«Las fuerzas de seguridad afganas han realizado hoy -por ayer- un homenaje a los militares del contingente internacional por su servicio de los últimos diez años al pueblo de Afganistán y a este país asolado por la guerra», señaló a Efe el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Siddiq Siddiqi.
La veintena de soldados de Singapur y los cerca de 200 neozelandeses presentes en esta provincia serán los primero militares extranjeros de ocupación en cambiar sus funciones y ceder toda la responsabilidad sobre la seguridad al Ejército y Policía afganos. A partir de ahora desarrollarán tareas de entrenamiento militar y de rehabilitación en la zona.
Cinco más en julio
El proceso de «transición» continuará en julio en la provincia de Panjshir y en las ciudades de Mihtarlam (este), Lashkar Gah (sur), Herat (Oeste) y Mazar-i Sharif (norte).
El presidente afgano, Hamid Karzai, se comprometió en marzo a que las fuerzas afganas asumirían el control de siete áreas durante el mes de julio, en paralelo al inicio de la salida de Afganistán de las tropas de EEUU.
Sólo queda por determinar cuándo se hará el traspaso sobre la séptima de esas zonas, la estratégica provincia de Kabul. «Seguramente se hará al final de esta primera fase de cesión de competencias, pero el Gobierno no lo ha decidido aún», explicó Siddiq Siddiqi.
Las áreas traspasadas son, en su mayoría, ciudades y provincias relativamente tranquilas en las que no hay mucha actividad talibán y las autoridades locales no ven demasiados problemas para asumir formalmente el control de esas zonas.
Para el responsable afgano del norte del país, el comandante Zalmai Wisa, «las fuerzas afganas están plenamente preparadas para asumir la seguridad del país, especialmente en las siete regiones que se traspasan ahora».
El inicio de la transferencia en materia de seguridad llevó unos días después de que, el miércoles, empezaran a salir del país los primeros 650 soldados estadounidenses, pertenecientes a regimientos desplegados hasta ahora cerca de Kabul. EEUU prevé retirar este año 10.000 efectivos y 23.000 más hasta setiembre de 2012, mientras que sus cerca de 70.000 soldados restantes se irán entre 2012 y 2014.
Nuevo golpe a Karzai
El traspaso coincidió también un nuevo golpe de la insurgencia talibán al entorno más próximo a Karzai. El ex gobernador de Uruzgán, cercano asesor y gran amigo del presidente, Jan Mohammad Khan, podría haber muerto ayer durante el ataque perpetrado por dos hombre armados contra su residencia.
Aunque no hay confirmación oficial un alto responsable gubernamental que pidió el anonimato confirmó a AFP su fallecimiento, junto al de un diputado de Uruzgán, y manifestó que Khan, quien en agosto de 2010 escapó de un intento de atentado con moto bomba, era tan importante para Karzai como su hermano Ahmed Wali, muerto la pasada semana. Khan, de la etnia pastún, pertenecía, como los Karzai, a la poderosa tribu Popalzai.
La muerte el martes de Ahmed Wali Karzai, hermanastro del presidente y hombre fuerte del país, podría despertar la violencia tribal por el control de Kandahar, lo que podrían aprovechar los talibanes y pondría en peligro los supuestos progresos de los que habla la propaganda de la OTAN.
Era el ocio indispensable de EEUU en esta región estratégica en la lucha antitalibán, cuna del movimiento y de la familia Karzai y escenario de rivalidades tribales por hacerse con el poder local y el dinero que conlleva.
La muerte de Karzai ha dejado un vacío político que podría beneficiar a los talibanes, además de deteriorar aún más la frágil situación de seguridad en Kandahar, de donde ya están saliendo los 3.000 soldados canadienses.
Los expertos creen posible una fragmentación política que haga de Kandahar una provincia aún más peligrosa, ya que antiguos amigos y rivales tratarán de hacerse con pedazos de su imperio político y económico.
El favoritismo hacia los Popalzai -la tribu de los Karzai- durante el «reinado» de Ahmed Wali Karzai ha causado resentimiento en las grandes tribus rivales, Alokozai y Barakzai, algunos de cuyos miembros se han unido a los talibanes, los únicos que se enfrentan a la ocupación.
El líder de los Barakzai, el ex gobernador Gul Agha Sherzai, cuidadosamente alejado de la región en 2004, podría reaparecer aunque es el actual gobernador de Nagarhar, zona también crucial para EEUU, y cuenta con la oposición de la familia Karzai.
El conflicto que desde hace décadas mantienen los Popalzai y los Barakzai continuará y, según los analistas, permitirá a los talibanes aprovechar la confusión y del vacío de poder para desestabilizar más Kandahar y las provincias vecinas. GARA
Cuatro soldados de la OTAN han muerto desde el viernes en distintos incidentes en Afganistán. Tres fallecieron por la explosión de sendas bombas artesanales y el cuarto, británico, abatido por un militar afgano.