TOUR 2011 Nueva exhibición del sprinter de la Isla de Man
Una muesca más cerca de Merckx
Mark Cavendish obtuvo su decimonovena victoria de etapa en la ronda gala al imponerse con solvencia en el sprint a Tyler Farrar y Alessandro Petacchi. Además, sólo los Alpes parecen poner en peligro el objetivo de llegar vestido de verde a París por primera vez.
Jon ORMAZABAL
Mark Cavendish ha logrado que la extraordinaria marca que el gran Eddy Merckx impusiera en la primera mitad de los 70, con 34 victorias de etapa en el Tour, parezca más humana que nunca. Al velocista de la Isla de Man todavía le quedan 15, todo un mundo, para poder alcanzar al Caníbal, pero viendo la solvencia con la que devora triunfos en cada participación en la ronda gala a sus 26 años, especular con esta posibilidad está lejos de suponer una frivolidad.
De momento, con su triunfo de ayer en Montpellier por delante de Tyler Farrar y Alessandro Petacchi, el velocista del HTC igualó en cantidad de triunfos parciales al luxemburgués François Faber, que ganó la ronda gala de 1909. Faber fue una de las grandes figuras de la época de pioneros del ciclismo que murió durante la Primera Guerra Mundial. También igualó así su mínimo número de victorias en un único Tour, con cuatro, las mismas que sumó en 2008. En 2010 se quedó en cinco y en 2009 logró su máximo hasta la fecha, con seis.
Además, el británico del HTC-Highroad suma siete victorias en el Giro de Italia, dos este año, y tres en la Vuelta a España. Su intención es correr este año las tres grandes, por lo que en agosto tiene previsto estar en la línea de salida de Benidorm.
Sobre el guión previsto
De paso, con los puntos sumados en meta y en el sprint especial previo, Cavendish sumó 24 puntos más que José Joaquín Rojas, su más inmediato perseguidor en la lucha por el maillot verde, por lo que parece muy bien encaminado para conseguir el triunfo en la general de la regularidad en París, algo que todavía no ha conseguido.
Aunque varios rivales -como Rojas y Gilbert- ya se han quejado de que sus ascensiones a los puertos no son legales, y le acusan de agarrarse al coche del equipo para evitar el fuera de control, los Alpes parecen ahora mismo el único obstáculo capaz de impedir que vista de verde en los Campos Elíseos.
Además de una mayor punta de velocidad que el resto de los sprinters con los que se juega los triunfos de etapa, Cavendish cuenta con todo un equipo cuya labor principal -incluso la de un corredor del nivel como Tony Martin- consiste en canalizar la llegada masiva del de Man.
Así, el conjunto estadounidense trabajó durante toda la jornada para que la carrera siguiera el guión diseñado en la habitación del hotel por el director Allan Peiper. Como suele ser habitual en este tipo de etapas, la de ayer supuso una llana transición entre los Pirineos y los Alpes, se formó una escapada prácticamente de inicio formada por Niki Terpstra (Quick Step), Mickael Delage (FDJ), Samuel Dumoulin (Cofidis), Mikhail Ignatiev (Katusha) y Anthony Delaplace (Saur-Sojasun), que terminó cuando el pelotón, comandado por el equipo de Cavendish, lo estimó oportuno para sus intereses.
Philippe Gilbert trató de evitar lo inevitable con su enésimo intento de fuga a tres kilómetros de meta, pero HTC no se lo permitió y Cavendish culminó, con solvencia, su buen trabajo.
La etapa de ayer marcó una jornada de transición entre los Pirineos y los Alpes, previa a la segunda y última jornada de descanso programada para hoy. Mañana esperan 165 kilómetros con puerto de segunda, el Col Manse.
Alexandre Vinokourov confirmó ayer su decisión de dejar la bicicleta tras su abandono en el Tour, a consecuencia de una caída, el pasado domingo 10. El corredor kazajo de Astana, de 37 años, se recupera de una compleja operación en la cabeza de su fémur derecho.
«Seguiré andando en bici, pero como aficionado y para mantener la forma», declaró en una entrevista difundida por France Télévisions. «Voy a dejarlo, y ahora quiero trabajar por el bien del equipo», añadió refiriéndose al Astana, en cuya creación en 2006 tuvo un papel fundamental. Vinokourov ya había anunciado en la salida que éste sería su último Tour, aunque la caída ha precipitado también su retirada.
El corredor de Astana se fue al suelo en el descenso del Pas de Peyrol (en el Macizo Central), en la la 9ª etapa entre Issoire y Saint-Flour, junto a otros corredores como el belga Jurgen van den Broeck y el estadounidense David Zabriskie, que también tuvieron que abandonar. Vino, como se le conoce en el pelotón ciclista, fue trasladado inmediatamente en avión a París para ser intervenido de su lesión.
Durante su larga y exitosa carrera, Vinokourov subió al tercer cajón del podio del Tour en 2003, y además ha ganado cuatro etapas de la ronda francesa (en Gap en 2003, Briançon y Campos Elíseos en 2005, y Revel en 2010). También fue desposeído de otras dos victorias de etapa en 2007 (la contrarreloj de Albi y la que finalizaba en Loudenvielle dos días después), tras dar positivo en un control antidopaje por «transfusión homóloga de sangre», que supuso la retirada de todo el equipo Astana de la carrera.
Tras dos años de sanción, el corredor kazajo volvió a competir y ganó por segunda vez la decana de las clásicas, la Lieja-Bastgone-Lieja, donde ya se había impuesto en 2005.
Profesional desde setiembre de 1997, Vinokourov fue muy conocido por su temperamento en la carretera, siempre al ataque, y cuenta con victorias muy notables en su palmarés, como la Vuelta a España 2006, la Dauphiné Libéré 1999, París-Niza (2002 y 2003), Vuelta a Suiza 2003, Amstel Gold Race 2003, y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, que le han valido para ser considerado un héroe en su país, Kazajistán.
AFP