Lloyd Cole muestra el fruto de la confianza ciega de sus seguidores
Javier Herrero-EFE | MADRID
Lloyd Cole presenta esta semana en gira su último disco, «Broken Record», el fruto de una confianza ciega por parte de un centenar de seguidores, que le adelantaron el pago del mismo con la única garantía de que el que fuera cabeza visible de The Commotions intentaría devolverles «el mejor disco posible». Su cita en Donostia es el próximo viernes, dentro de Jazzaldia, en el museo San Telmo (24.30 h.).
Este británico de 50 años asentado en EEUU, cuyo estilo solo cuadra con etiquetas abiertas del tipo «folk rock con pinceladas de country», define esta experiencia como «muy contradictoria». Él mismo empaquetó en el ático de su casa 800 discos. De ellos, cien estaban dirigidos a sus «productores» anónimos.
Productores anónimos
«No les ofrecí ningún control sobre el disco, simplemente anuncié que estaba preparándolo, que podrían adelantarme el dinero, pero sin garantías sobre cuándo lo acabaría, solo que intentaría hacer el mejor disco posible», comenta sobre su último álbum, financiado en un 40 por ciento con estas aportaciones, otro tanto por un sello alemán y el resto por él mismo.
A Donostia llegará sin el carismático flequillo que luciera en los tiempos en que se publicaron «Rattlesnakes» e «Easy Pieces» junto a The Commotions, banda con la que se hizo conocido en Reino Unido e Irlanda antes de su disolución en 1989. Inició entonces una carrera en solitario, aplaudida por la crítica especialmente con «Lloyd Cole» (1990) y «Don't Get Weird on Me Babe» (1991). La caída de las ventas en discos posteriores provocó su salida de Universal y la necesaria búsqueda de sellos pequeños.
En «Broken Record», publicado en 2010, acaba con la tradición asentada en sus últimos trabajos de tocar él mismo la mayor parte de los instrumentos.