Eric Saborit, concentrado con el Athletic en la localidad valenciana de Oliva, opina que el nuevo entrenador, Marcelo Bielsa, «pide mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha electricidad a la hora de hacer las cosas». Saborit reconoció ayer estar contento por el paso que dio hace un año cuando recaló en el filial rojiblanco procedente de la cantera del Espanyol: «Apostaron por mí y aquí estoy, haciendo la pretemporada y esforzándome al máximo para intentar convencer a Marcelo», apuntó.

No obstante, todavía se considera «jugador del Bilbao Athletic y, como mucho, el tercer lateral izquierdo de la plantilla que se encuentra en Oliva, tras Castillo y Aurtenetxe», aclaró.

También está muy contento de trabajar con el primer equipo su compañero Guillermo Fernández, un chaval que está en el Athletic desde alevín.

A Guillermo, un jugador que se consideraba en Lezama un '9' clásico y goleador, le gusta la forma de entrenar de Bielsa, que haya intensidad en los entrenamientos y el trato que reciben los jóvenes de los más veteranos. «Muchos, como Orbaiz, te vacilan y te dicen cosas como que 'te saco 14 años', pero nos intentan ayudar al máximo».

El Athletic sigue llevando a cabo en Oliva jornadas de doble sesión. Ayer por la mañana, con una temperatura más benigna que en días anteriores, la realizaron en el gimnasio y terminaron con una suave carrera continua.

Primer parte médico

Por otro lado, Gaizka Toquero y Óscar de Marcos han sido los primeros jugadores con problemas físicos en la concentración. Tanto Toquero como De Marcos sufren desde el domingo «molestias en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda», por lo que trabajaron «al margen del grupo, en el gimnasio y recibiendo tratamiento de fisioterapia». Ambos jugadores quedaron «pendientes de evolución» para saber cuando pueden reincorporarse.