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juicio contra 17 jóvenes independentistas

Detenidos los jóvenes que habían hecho plante al juicio

Tres de los diecisiete jóvenes de Oarsoaldea contra los que ayer comenzó un juicio en la Audiencia Nacional por pertenecer a Segi decidieron no acudir a Madrid y esperaron en Errenteria junto con sus allegados y vecinos hasta que, a las ocho de la tarde, los detuvo la Ertzaintza.

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Oihane LARRETXEA | ERRENTERIA

Agentes de la Ertzaintza detuvieron sobre las 20.00 de ayer en la plaza Xenpelar de Errenteria a los jóvenes independentistas Egoitz Urbe, Iker Zabala y Oihana Mujika ante cientos de amigos y familiares. Los tres anunciaron por la mañana que se negaban a acudir a la Audiencia Nacional española para comparecer en el juicio que comenzó ayer mismo en Madrid con- tra los diecisiete jóvenes independentistas de Oarsoaldea que fueron detenidos por la Policía española en abril de 2008 por orden del Juez Fernando Grande-Marlaska.

El primer intento para detenerlos llegó después de que se celebrara una comida popular organizada como muestra de apoyo. Cuando varias unidades de la Ertzaintza ocuparon la plaza, los jóvenes se encaramaron al quiosco de música para evitar ser arrestados. Después de retirar las fotografías de varios presos políticos vascos, intentaron apresarlos, aunque sin éxito, mientras cientos de personas les mostraban su apoyo desde abajo.

Según un testigo, los agentes pasaron en dos ocasiones más, de nuevo, sin conseguir su objetivo. Fue a última hora de la tarde cuando se presentaron seis furgonetas y varios agentes vestidos de paisano. Éstos alargaron una escalera para acceder al tejado donde se encontraban Urbe, Zabala y Mujika desde hacía más de tres horas.

Las detenciones, según los presentes, se llevaron a cabo con tensión, aunque una vez los agentes lograron subir, los tres jóvenes accedieron a bajar. Los apoyos no cesaron y tampoco los gritos a favor de la juventud vasca.

Sí se vivieron momentos tensos entre los vecinos y los ertzainas. Un hombre tuvo que ser atendido después de que un agente le asestara un golpe en la cabeza con la culata de su arma. El herido requirió varios puntos de sutura.

En Madrid, por la mañana, el juicio comenzó con hora y media de retraso. El abogado de los encausados solicitó suspender la sesión para procesarlos a todos juntos pero el tribunal no tomó en consideración la petición e inició la sesión tomando declaración a cinco de ellos: Xabier Lujanbio, Haizea Iriarte, Beñat Burlada, Jon Aitor Alberdi y Iosu Arruabarrena. Todos negaron las declaraciones realizadas el día de su detención, y denunciaron que sufrieron torturas durante el periodo de incomunicación.

Según anunció el tribunal, el juicio continuará hoy y mañana y se prolongará hasta la próxima semana. A los imputados se les acusa de pertenecer a la organización independentista juvenil Segi y la petición fiscal para cada uno de ellos va de los seis a los doce años de prisión.

Tanto los que se quedaron en Euskal Herria como los que viajaron hasta Madrid no están solos en el camino. Urbe, Zabala y Mujika estuvieron arropados por familiares y amigos, así como por decenas de vecinos de Oarsoaldea, y recibieron el apoyo del resto de procesados desde la Audiencia Nacional.

Apoyo diverso y plural

También tuvieron el apoyo de Joxean Agirre, en representación del movimiento por los derechos civiles Eleak; del director de Langaitz Ikastola, Ricardo Maritxalar; del presidente de la Ikastola Orereta, Luis Mari Ezeiza, y de la bertsolari Alaia Martin. Por los sindicatos acudieron Andrés Fraile desde ELA y Zorion Ortigosa, desde LAB. También asistieron, Mikel Erriondo, juntero municipal del PNV ya jubilado, así como el parlamentario Juanjo Agirrezabala (EA).

Las primeras palabras de los tres encausados que no acudieron al juicio fueron de aliento para sus compañeros, que a esa misma hora se sentaban en el banquillo. Mujika, que habló en nombre de todos los procesados, dijo que no cabe duda de que las detenciones acaecidas hace tres años «persiguen enjuiciar nuestra militancia política» y destacó que lo que buscan detener y encarcelar no es otra cosa que «el proyecto político del independentismo y el socialismo».

Reivindicó, asimismo, «la pasión, la frescura y la voluntad de trabajo» que miles y miles de jóvenes han mostrado en pro «de la Euskal Herria soñada», haciendo frente a las estrategias de los estados español y francés, quienes mediante detenciones, torturas, persecución, listas negras y euroórdenes pretenden cortar las alas a su labor. «No lo han conseguido, ni lo conseguirán», advirtió.

La voluntad, por lo tanto, de querer cambiar la realidad de Euskal Herria no se ha desgastado. Todo lo contrario. Y en ese sentido, apelando a la necesidad de unir fuerzas, Mujika destacó que «ahora más que nunca» la sociedad no puede quedarse en casa de brazos cruzados: «Es el momento de formar un gran muro popular que haga frente a las agresiones de los estados».

Recordó que, mientras Euskal Herria avanza hacia un escenario de paz en un proceso democrático que no tiene marcha atrás, Madrid y París no han mostrado voluntad de dar pasos en esa dirección y siguen con la misma actitud represiva.

En último lugar, los procesados destacaron que no admitirán «agresiones contra nosotros, ni contra el proyecto polí- tico que defendemos ni contra nuestra militancia política».

Otro juicio político

Al igual que hizo Eleak durante la celebración del juicio por el «caso Bateragune» que arrancó en Madrid a finales de junio, el movimiento por los derechos civiles también se ha involucrado con este último procesamiento, que definieron como «un nuevo juicio político» ya que se trata de «un intento por interferir desde la AN en la vida política vasca».

Su portavoz, Joxean Agirre, recordó que tras las detenciones la mayoría de los jóvenes denunciaron haber sido torturados y que lo «único sustancial que han sido capaces de plasmar en el escrito de acusación es que pertenecen a Segi».

Entendiendo que toda muestra solidaria es necesaria, Eleak ha convocado el viernes una manifestación en apoyo a los diecisiete jóvenes. Bajo el lema «Euskal gazteria Libre eta Legala. Eskubide guztiak guztiontzat», la marcha partirá a las 19.00 desde Ugaldetxo, en Oiartzun, y finalizará en Errenteria. Llaman a participar a toda la sociedad vasca. «Es importante que la utilización del poder judicial para la criminalización de actividades políticas encuentre este dique popular».

La solidaridad hacia los presos, así como con los últimos procesados en Madrid y los detenidos ayer, no cesa. En Bilbo se reunieron 30 personas, 12 lo hicieron en Abadiño; en Otxarkoaga, 17; en Altsasu, 60; en Bermeo, 25; en Gernika, 71; En Iurreta, 26; en Ataun, 29; en Onda- rroa, 86; y en Zaldibar, 13. En Legorreta se reunieron 15 personas, 21 en Zaldibia y en el barrio donostiarra de Donostia lo hicieron 23.

CONCENTRACIÓN

Después de las detenciones de ayer, hoy se llevará a cabo frente al centro comercial Niesen de Errenteria una concentración de ocho horas -de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00-. Los vecinos, amigos y familiares llaman a participar en la concentración.

CONFERENCIA

Mañana será también una jornada para reflexionar sobre los juicios políticos. A las 12.30 y 19.30 la plaza Xenpelar acogerá sendas reuniones informativas sobre el proceso y a las 17.30, en el mismo lugar, habrá una conferencia sobre la tortura.

PRETEXTO

Para el movimiento por los derechos civiles Eleak, la acusación «nunca probada» de pertenecer a una organización ilegalizada «vuelve a ser, como en el `caso Bateragune', el pretexto para querer encarcelar por muchos años a 17 jóvenes de esta comarca».

Una acción que pretende despertar a la sociedad

Horas antes de que fueran detenidos, los tres jóvenes independentistas que ayer optaron por no viajar hasta Madrid para comparecer ante el juez de la Audiencia Nacional insistieron en que la decisión de quedarse en Euskal Herria lleva el nombre de los diecisiete encausados. De hecho, antes de que comenzara el juicio, los que sí se presentaron mostraron su apoyo desde el tribunal a Egoitz Urbe, Iker Zabala y Oihana Mujika, y manifestaron que apoyan el texto que hicieron público en Errenteria.

La acción de no presentarse la consideran «un pequeño paso» en la denuncia que hacen a los juicios políticos, unos juicios que creen «están socializados». Por eso, veían que había llegado el momento de decir «no» a este nuevo proceso, y construir mediante acciones colectivas solidarias ese muro popular que ayer tantas veces mencionaron.

Además de buscar apoyos y adhesiones a su situación, la acción pretende activar al pueblo y recordar que diecisiete personas iban a ser procesadas. Un hecho que tildaron de «muy grave».

En ese sentido, declararon que la sociedad está adormilada. «Llega un punto en el que una situación de estas características se considera normal», opinaron, y agregaron que sólo pretenden que «la gente vea la realidad, que se den cuenta de la dureza de la situación. Que no sea visto con normalidad».

Reconocieron ser conscientes de que, antes o después, podían ser detenidos. Y recordando la solidaridad espontánea que evitó la detención de Aurore Martin en Baiona a finales de junio, los jóvenes se mostraron casi seguros de que algo así «no va a suceder». «Tenemos asumido que vendrán, que nos detendrán y que nos encarcelarán».

Mientras, dijeron que querían aprovechar para estar con sus allegados, que no se separaron de ellos. O. L.

INADMISIBLE

Exigiendo la absolución de todos los encausados, Joxean Agirre, en nombre de Eleak, dijo que «bajo ninguna circunstancia es admisible la criminalización de las personas en función de sus ideas (...) y menos aún en una coyuntura como la actual».

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