udate I eh jaietan : tutera
Un sanfermín en plan casero arranca en Tutera con mucho toro y poca música
Las fiestas de Santa Ana llegaron ayer al mediodía a Tutera, que estará de blanco y rojo hasta el sábado. Son unos sanfermines a pequeña escala, con encierros no tan masificados y peñas que dan ambiente. Sin embargo, las corridas no tienen el mismo aura reivindicativa, por lo que la plaza se queda semivacía a diario. La peña Beterri, la más numerosa, se encarga de que la capital de Erribera tenga actuaciones de carácter euskaldun.
Aritz INTXUSTA |
El chupinazo de ayer al mediodía abrió las fiestas grandes de Tutera. Dos semanas después, la capital ribera revive el espíritu sanferminero, pero a menor escala y sin los problemas de masificación que tienen las fiestas de Iruñea. Las fiestas de Santa Ana lo tienen todo: encierros, peñas, fuegos artificiales, verbenas y sus pañuelos blancos y rojos. Si alguien se quedó el día 15 de julio con ganas de más, su mejor opción es bajar a Tutera, donde tiene oportunidad de disfrutar hasta el próximo sábado.
El chupinazo lo lanzó Jesús Álava, de UPN, el concejal de Deportes. El segundo cohete salió disparado de las manos de José Luis Ruiz, presidente del equipo de fútbol sala Ribera de Navarra Ríos Renovables, que acaba de ascender a primera. Ruiz ha señalado que el equipo «sí que ha ido a la velocidad de un cohete», ya que de debutante ha alcanzado la cima en tiempo récord. «Creo que ni la afición ni el pueblo sabemos dónde estamos», señaló el presidente del Ribera. Pese a todo, la oposición criticó que el alcalde siga eligiendo a políticos para dar comienzo a las fiestas.
Mientras que en Iruñea hay 16 peñas, en Tutera sólo hay 8. No son tan antiguas como las de Iruñea (la más anciana es La Teba, que nació en 1972), pero organizan actos en paralelo a los que monta el Ayuntamiento y también de forma alternativa.
La más jatorra, y la que más miembros tiene, es la Beterri, que ya ni siquiera va a las corridas, porque los toros en Tutera no tienen ese aire reivindicativo del tendido de sol del coso iruindarra. «No fuimos el año pasado, porque metieron una corrida el día 24 y planteamos un boicot. Este año ni hemos cogido abonos ni nada», explica Fernando Martínez, de la Junta de Beterri. Los toros son una realidad muy cuestionada, debido a que se traen grandes figuras del toreo cuando la afición no es para tanto y muchos están en contra. Al final, la entrada más barata sale a 35 euros y la plaza nunca se llena. Esto da lugar a chistes en la ciudad, que presume de tener «la plaza más grande del mundo, ya que jamás cuelga el cartel de no hay entradas». La peña Beterri, además, hace las veces de Gora Iruñea!, peleando por unas fiestas populares y programando actos con sabor euskaldun.
«Al principio, traíamos una txaranga, como el resto de peñas. Luego, pensamos que ya estaba bien de que siempre sonara lo mismo. Ahora, destinamos ese dinero a traer espectáculos de aquí, de nuestro país, Euskal Herria», dice Martínez. De esta forma, ayer tocó la fanfarre Kilkir y hoy habrá un alarde de txistularis, que reunirá a 35 músicos. La Beterri también traerá el viernes a la capital ribera una exhibición de herri kirolak en la que estará Iñaki Perurena y, el sábado, dantzaris.
Jarauta «por un tubo»
Si Iruñea presume de Jarauta como su calle más casta, en Tutera la fiesta nocturna está en la zona del Tubo. Este año, ha nacido una nueva polémica con los horarios. De hecho, para muchos, la restricción de horarios ha dolido más que el recorte del presupuesto y las paganas han sido las propuestas culturales (en toros se gastarán lo mismo). El Ayuntamiento ha prohibido que los bares pongan música en la calle más allá de las tres de la madrugada, lo que ha suscitado quejas por parte de los bares del casco viejo. De todas formas, dentro de los bares se podrá estar hasta las siete durante todos los días de fiestas y los días 24, 25, 26 y 30, hasta las ocho.
A pesar de ser menos espectaculares, los encierros de la capital de Erribera son muy apreciados. Las posibilidades de sacar adelante una buena carrera aumentan al haber menos gente y menos empujón. «Los encierros de Tutera y Tafalla son la escuela de los de San Fermín, aunque cada uno tiene lo suyo, su forma de correr. Tutera permite unas cosas que en Iruñea no se pueden hacer», explica el corredor Daniel González, quien, al menos, prevé correr hoy y mañana, cuando vienen las ganaderías fuertes.