Máxima igualdad hasta el final entre los tres primeros monoplazas que se disputaron la victoria. Diferentes batallas con grandes y espectaculares adelantamientos, además de la emoción de la estrategia. Y, por supuesto, un ganador, como lo fue Lewis Hamilton (McLaren), y un claro perjudicado, el líder del Mundial Sebastian Vettel (Red Bull), quien vio cómo sus perseguidores le restaron puntos.

Todos esos factores unidos han provocado titular esta crónica con la más que conocida frase de mercadillo -por cierto, muy alejada de las extravagancias del Gran Circo- para resumir la excelente batalla que se vivió en el Gran Premio de Alemania disputado en el circuito germano de Nürburgring.

«Bueno», porque a lo largo de esta temporada no se había visto una lucha tan igualada en la parte cabecera, que duró prácticamente toda la carrera, con Lewis Hamilton (McLaren), Fernando Alonso (Ferrari) y Mark Webber (Red Bull) peleando por la victoria. Finalmente el Gran Premio finalizó en ese orden.

«Bonito», porque ya desde la misma salida se pudieron ver adelantamientos de gran belleza, tanto en la parte delantera como en puestos más retrasados. Nada más apagarse el semáforo Hamilton, que salía segundo, adelantó a Webber y se puso a liderar la carrera. Por detrás, Vettel y Alonso se enzarzaron en una interesante pelea por hacerse con el tercer puesto. El asturiano salía por delante del alemán tras la primera curva, pero en la segunda vuelta el líder del Mundial lo adelantó cuando el piloto de Ferrari perdió la trazada de la pista.

Doble adelantamiento

El orden se mantenía hasta la octava vuelta. Entonces, el asturiano fue a por Vettel y lo superó. Acto seguido, el alemán se puso nervioso, tanto que pisó la hierba e hizo un pequeño trompo con el que se descolgó definitivamente del trío de cabeza.

La carrera seguía su curso, hasta que llegó uno de los momentos clave, la primera entrada a boxes. Poco antes de iniciarse esta maniobra, Webber adelantó a Hamilton tras salir de la chicane antes de la curva para entrar en la gran recta, aunque el británico respondió con un adelantamiento espectacular en esa misma recta.

Sin embargo, tras el primer cambio de neumáticos, el orden de la carrera era el siguiente: Webber, Hamilton y Alonso. Los tres se mantenían en menos de cuatro segundos. Hubo que esperar hasta el segundo paso por los talleres para presenciar otro momento cumbre de la prueba. En la vuelta 31, Alonso lograba salir por delante de Hamilton, que había parado poco antes. Pero no le duró mucho la alegría, pues el de McLaren ya había calentado sus neumáticos y lo superó con gran facilidad. De ahí hasta el final no hubo cambios en las tres primeras plazas.

Vettel se puede poner nervioso

La típica frase que mencionábamos al comienzo finaliza con «un poco caro», porque a Vettel el GP de su país no le salió nada barato. El alemán pudo finalizar en cuarto lugar, pero lo cierto es que al de Red Bull sus más inmediatos perseguidores en el Mundial le han restado diferencias de forma considerable.

Los nervios podrían ser mayores si el alemán no hubiese superado a Massa en la última vuelta. No fue lo único reseñable, ya que ese adelantamiento se produjo en boxes, cuando ambos pilotos entraron para realizar su último cambio de neumáticos. Los mecánicos de Ferrari cometieron un pequeño error, que benefició claramente al líder del Mundial. Al fin y al cabo, todo no le podía salir mal.