TRAS LAS MATANZAS DE OSLO Y UTOYA : análisis

Entre el «Unabomber» y el ultra holandés Wilders, y con una visión propia del mundo

Iker BIZKARGUENAGA I

Amedida que en las últimas horas se han ido conociendo más datos del perfil de Anders Behring Breivik, dos nombres aparecen como principales inspiradores de su desvarío: Theodore Kaczynski, más conocido como «Unabomber», y Geert Wilders, político holandés de extrema derecha.

Según difundió ayer el diario noruego “VG”, el manifiesto “2083-Una Declaración Europea de Independencia” que publicó el granjero noruego antes de cometer la matanza tiene partes literalmente copiadas del documento “La Sociedad Industrial y su Futuro”, también llamado Manifiesto Unabomber, enviado a los medios por Kaczynski en 1995, aunque con algunas modificaciones para adaptarlos a la propia ideología extremista de Breivik.

Pero, ¿quién es Unabomber? Theodore John Kaczynski (22-5-1942) es un matemático norteamericano, supuestamente cercano a ideas anarquistas –por lo que resulta llamativa la afinidad del noruego hacia su obra–, conocido por enviar cartas bomba –un total de dieciséis– a objetivos como profesores universitarios o líneas aéreas, acabando con la vida de tres personas e hiriendo a otras 26 entre 1978 y 1995. Kaczynski, nacido en Chicago y que desde joven se descubrió como un portento de las matemáticas, remitió el 24 de abril de 1995 una carta al periódico “The New York Times” en la que prometía «cesar el terrorismo» si ese diario o “The Washington Post” publicaban su manifiesto, en el que preveía el colapso económico y ecológico del mundo capitalista.

Fue el objetivo de una de las investigaciones más costosas de la historia del FBI, que antes de conocer su identidad le daba el apodo de «Unabomb», que proviene de University and Airline Bomber.

Geert Wilders (6-9-1963) es, por su parte, un político populista y ultraderechista holandés, fundador del Partido por la Libertad (PVV) y conocido por defender posiciones antiislámicas. Entre sus ideas están la de prohibir el Corán o deportar a los «terroristas callejeros marroquíes». Precisamente, Wilders resultó absuelto hace un mes en un juicio celebrado en su contra en Amsterdam por incitación al odio contra los musulmanes.

Ayer, después de difundirse que Breivik se había declarado admirador suyo en varios blogs de extrema derecha, el político holandés remitió un comunicado en el que «desprecia todo lo que [Breivik] representa y todo lo que ha hecho».

Lo cierto es que el documento de 1.500 páginas elaborado por el granjero, en el que declara la «guerra de sangre» a inmigrantes y marxistas, defiende el terror como «método para despertar a las masas» y se dice preparado a que se le considere «el peor monstruo desde la Segunda Guerra Mundial», muestra a una persona que además de ideas totalitarias tiene una visión distorsionada del mundo. En el escrito, de hecho, analiza diversos aspectos de la realidad política europea, siempre desde su punto de vista, y se acerca incluso a Euskal Herria. Concretamente, cita a ETA, a la que considera «entidad hostil por defecto» para sus planes de conquistar Europa, pero asegura que «no se tomarán medidas» en su contra hasta que la organización vasca o sus seguidores, a los que denomina «caballeros justicieros nacionalistas», hayan tomado el control «político y militar» de España. Se ve que no profundizó mucho en lo que es ETA ni en cuáles son sus objetivos.

Breivik también alude al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusa de rendirse a los musulmanes y de haber llegado al poder gracias a Al Qaeda, y señala que al nombrar ministra de Defensa a «una mujer embarazada», por Carme Chacón, se burló de sus fuerzas armadas dando a entender «que no tenía intención de defenderse» de los musulmanes.

De Gustavo de Arístegui, del PP, dice que «es un poco demasiado flojo».