El mal tiempo y la lluvia incesante de ayer trajeron consigo varios accidentes de carretera, sobre todo en la primera mitad del día. Como consecuencia de los incidentes, hubo que cortar el tráfico en varios puntos de la A-8 y la A-1, en ambos casos por la colisión y el vuelco de camiones. El tráfico tuvo que ser desviado.

Sobre las 7.00, dos camiones cisterna colisionaron en la A-8, provocado el corte del tráfico durante casi cinco horas de la entrada a Bilbo por la calle Sabino Arana en sentido Cantabria, según informó el Departamento de Interior de Lakua. Según las mismas fuentes, no se registraron heridos y los vehículos no perdieron carga alguna.

El cierre del acceso durante más de cinco horas provocó retenciones en la zona. Poco antes del mediodía, y tras retirar del lugar los camiones siniestrados y limpiar la calzada, el acceso se abrió de nuevo al tráfico.

Asimismo, el vuelco de un camión cargado de bidones en el tramo guipuzcoano de la N-1 a la altura de Idiazabal y en sentido Irun obligó a desviar el tráfico por la A-15. La carretera, estuvo cortada durante casi cuatro horas.

Si bien en estos accidentes no se registraron daños personales, cuatro personas resultaron ayer heridas después de que el vehículo en el que viajaban se saliera de la calzada en la carretera N-240 a la altura de la localidad vizcaina de Zeanuri.

Según informó el Departamento de Interior, el siniestro se registró en torno a las 14.00 y en el mismo sólo se vio implicado un vehículo. Los cuatro ocupantes del turismo accidentado resultaron heridos, por lo que tuvieron que ser evacuados a un centro hospitalario.

Por otro lado, una persona resultó herida, al parecer de gravedad, como consecuencia de una colisión entre dos vehículos en la carretera N-240 en el término municipal de Lemoa, en el puerto de Barazar. Como consecuencia del impacto, una persona quedó atrapada en el interior de uno de los vehículos, y requirió la intervención de efectivos del cuerpo de Bomberos para su rescate.

La carretera, que quedó completamente cerrada tras el accidente, fue reabierta al tráfico rodado horas más tarde, aunque en ese punto los vehículos tuvieron que circular de forma alterna.

Siete imputados

Por otro lado, la Policía Foral ha imputado en la última semana a siete conductores, seis hombres y una mujer, por distintos delitos contra la seguridad vial. Cinco de ellos dieron positivo en las pruebas de alcohol y otro se negó a realizarlas. El séptimo conducía un ciclomotor sin el permiso para ello.