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Campeonatos del Mundo

Campeones del infierno al cielo

Cielo gana los 50 mariposa entre pitos y aplausos, mientras el noruego Dale Oen se cuelga el oro más emotivo en los 100 braza.

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Miren SÁENZ I

Dos campeones del mundo han vivido su particular infierno en los últimos días: César Cielo a nivel particular y Alexander Dale Oen por tragedia nacional. El primero tocó el cielo tras ganar los 50 mariposa. El brasileño lo ha pasado mal últimamente y ayer se desahogó a gusto. Ya era un habitual llorón de podio, pero esta vez su llanto empezó en la piscina. El positivo de un diurético le ha traído desde mayo por la calle de la amargura, hasta hace cinco días cuando la amenaza de suspensión quedó en una simple amonestación.

El TAS -Tribunal de Arbitraje Deportivo- sólo sancionó a uno de los cuatro implicados y por reincidente. La tensión de los últimos meses, las últimas semanas e incluso los últimos días la descargaba en lágrimas, tiernas para sus afines, de cocodrilo para los contrarios.

Y es que en las gradas había diversidad de opiniones: pitos desde la tribuna de nadadores y gestos reprobatorios -como el del keniata Jason Dunford, séptimo de la final- a aplausos por parte del público.

En la carrera faltaba el plusmarquista Rafa Muñoz -22.43 con traje de poliuretano-. El andaluz se quedó en casa porque el seleccionador Luis Villanueva decidió que sin acreditar las mínimas exigidas no habría convocatoria. Pese a que Muñoz anduvo muy cerca, el técnico alavés se mantuvo en sus trece y no le repescó.

Cielo, uno de los mejores velocistas del momento, dominó ante los australianos. Desbancó a Matthew Targett, de nuevo subcampeón y al histórico Geoff Huegill, ex propietario del récord y del título que adelgazó 40 kilos para regresar a la natación tras retirarse concluidos la Juegos Olímpicos de Atenas'2004. Su bronce es meritorio teniendo en cuenta que dejó sin premio al francés Bousquet, cuarto y un puesto por delante de Florent Manaudou, hermano pequeño de Laure, la campeona olímpica que también quiere volver tres años después de colgar el bañador y ser madre.

«Esta medalla de oro sabe diferente a las otras. Ha sido la más dura de mi vida», aseguró el primer campeón olímpico de Brasil intentando pasar página ante la respuesta de colegas y adversarios por la decisión del TAS de permitirle participar.

El oro más emotivo fue para Alexander Dale Oen, quien se adjudicó los 100 metros braza y de que manera. Sus 58 segundos y 71 centésimas fueron la marca destacada de la segunda jornada. El subcampeón olímpico quiso dedicar el título a un país horrorizado estos días tras la muerte de 76 jóvenes provocada por un ultraderechista. Señalando la bandera noruega de su gorro, primero en el agua y después en el podio, mantuvo las formas. Discreto y serio recordó la tragedia de Noruega.

«Estos últimos días hemos vivido momentos altos y bajos. Lo más importante es estar en comunión con mis compatriotas. No olvidaremos jamás a las víctimas, que estarán siempre en nuestros corazones. Ahora hay que volver a la normalidad, no podemos permitir que esto arruine nuestras vidas», señaló.

La prueba fue cruel para los otros referentes de la braza. El japonés Kitajima, doble campeón olímpico tanto en Atenas como en Beijing, no es el que era.

Con 28 años confiaba en asegurarse el billete para los Juegos de Londres pero falló. Como Phelps, en 2009 se tomó un año sabático. Después se marchó a entrenar a Los Ángeles donde las lesiones no le permitieron progresar. Durante el tremendo año de Japón, se clasificó por pelos para Shanghai. Tampoco al campeón saliente le fue mejor. El australiano Rickard Brenton terminó quinto, mientras disfrutaban de las chapas el italiano Scozzoli y el sudafricano Van der Burgh.

200 metros libre

El plato fuerte de la tarde china, mediodía en Euskal Herria, serán los 200 libre. Agnel, Biedermann, Lochte, Tae Park y Phelps se clasificaron por este orden para la primera final de hoy.

Ye Shiwen provoca una ola en La Corona

El primer oro chino en las carreras, tras el pleno de diez victorias de los saltadores de trampolín, fue para Ye Shiwen. Los 200 estilos tienen cierta tradición en el país anfitrión y no lo dejaron escapar. Ye Shiwen, una adolescente de 15 años, atrapó el cuarto oro y la séptima medalla en la historia de los Campeonatos del Mundo para el país oriental.

Ye Shiwen dio la sorpresa al apurar sus opciones en un último largo de crol espectacular ante Alicia Coutts, quien se colgó su segunda plata de la jornada mientras Kukors, campeona en Roma y plusmarquista, se conformó con el bronce. Stephanie Rice fue la gran perjudicada. La victoria local alegró el recinto y los 18.000 espectadores reunidos en La Corona disfrutaron haciendo la ola.

Sorprendentemente, más que nada por habitual, el responsable de que el himno americano sonara por primera vez en la piscina principal del Centro Oriental de los Deportes no ha sido Phelps sino Dana Vollmer. Se impuso en la final de 100 mariposa a la australiana Alicia Coutts, con dos finales de plata en hora y media, y el bronce para otra china, Lu Ying. M.S.

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