La falta de acuerdo para elevar el techo del endeudamiento en Estados Unidos y la incapacidad de las instituciones europeas, que no pueden frenar el derrumbe de Grecia pese al segundo plan de rescate y el deterioro de la deuda de los países periféricos, mantienen a las bolsas en máxima tensión. No obstante, la cesión de terreno no fue generalizada ayer, dado que tan sólo el Ibex y el CAC terminaron con números rojos. Muchos analistas sostienen que, por el momento, los inversores siguen confiando en una solución pactada al otro lado del Atlántico y en un esfuerzo mayor de las autoridades europeas para frenar la aceleración en la crisis de la deuda. En el caso del Estado español, además, se contó con el lastre de la subasta de Letras. La elevada prima de riesgo soportada, todavía por encima de los 300 puntos, encareció su colocación. Tampoco ayudaron los resultados empresariales, ya que BP, UBS y Deutsche Bank no pudieron contentar a los inversores. En este contexto, el Ibex terminó con 9.833,40 puntos, tras bajar un 0,33%. París, que cedió un 0,66%, fue el más penalizado de los europeos. Por el contrario, Fráncfort (+0,10%) y Londres (+0,06%) mostraron mayor resistencia. En el Ibex, tan sólo Telefónica (+0,28%) se salvó entre los pesos pesados. Del resto, el peor fue Repsol, que se dejó un 0,96%. ArcelorMittal (-2,52%) y Abengoa (-2,15%) fueron los más castigados, frente a los avances de Ferrovial, Gamesa y Bankinter, que subieron más de un 1%. En París, el gran derrotado fue ST Microelectronics, que se hundió un 11,32% tras anunciar una caída en sus ventas del tercer trimestre.

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Barril BRENT, 26/7

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Barril TEXAS, 26/7

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