TVE no retransmite corridas de toros, pero tiene un programa sobre los toros, y da noticias en los telediarios sobre asuntos taurinos. Admitamos que vive en una contradicción histórica, que no acaba de ajustar su reloj biológico con el ideológico, asunto éste que se nota en muchos más apartados, y vamos a situarnos en unos espacios que con publicidad o sin ella, siempre hemos considerado no deberían formar parte de la parrilla de un ente público, nos referimos a «Corazón, corazón», en los mediodías, y la parte de «Gente» dedicado al famoseo, en la tarde-noche, ambos programas en la primera estatal, es decir, en la cadena de bandera.

Un lunes santiagueño, el botafumeiro revolotea, las noticias de Oslo aprietan en la boca del estómago, pero ahí aparece nuestra nunca bien ponderada Anne Igartiburu para con su soltura habitual hacernos partícipes de asuntos de tanto interés como que el hijo de Tita Cervera, de nombre Borja, ha celebrado su cumpleaños sin que mamá le felicitara. Pero junto a otras melonadas parecidas, nos encontramos con varias noticias encadenadas en la que los protagonistas son toreros.

Jesulín de Ubrique y su hermano Víctor Janeiro torean una becerrada para recibir un premio, y de paso, se pasan declaraciones de la mujer del primero, sentenciada en juzgado por robar al erario público, exculpándose. La importancia de la noticia es dudosa, pero los comentarios de la voz de la redactora es simplemente lamentable. Insufrible, de presentar una denuncia por colaboración con la falsedad.

A continuación, aprovechando que se cumple el aniversario de la muerte de Carmen Ordóñez, aparecen sus tres hijos, dos de ellos toreros, uno lesionado, a pie de AVE, el otro toreando a salto de mata, por ahí, y el tercero, literato según estos programas: ha escrito dos libros sobre su madre. También aparece Ortega Cano. Lo que dicen en off sobre estos individuos es realmente vomitivo, sangrante, imposible de encajar en una televisión pública europea. Pero lo peor de todo es que los mismos reportajes se ven en los dos programas. Los mismos, sin poner ni quitar una coma. La misma escaleta. ¿Se puede pedir más descaro en horario protegido?