Este mes de julio está siendo el más lluvioso desde 1956 en la costa vasca
Gran parte de Euskal Herria ha pasado el último fin de semana bajo una fina e intensa lluvia. Ésta ha sido la tónica general de un mes de julio que, a falta de cinco días para concluir, ya se ha encaramado al primer puesto del ranking en la estadística de pluviosidad. Hace más de cincuenta años que no se mostraba tan lluvioso. El responsable -¡Cómo no!-, es el anticiclón de las Azores, que se resiste a moverse hacia el norte e instalarse junto a las islas Británicas
Txisko FERNÁNDEZ | DONOSTIA
Después de una primavera soleada, en la que se llegaron a alcanzar los 30 grados a primeros de abril, y con un solsticio de verano que trajo una ola de calor que elevó los termómetros por encima de los 40° en la costa vasca, cabía esperar que los meses centrales de verano siguieran con esa tónica. Pero con la llegada de julio se han enfriado los ánimos, porque los cielos se empeñan en permanecer cubiertos y, especialmente desde el pasado sábado, cada mañana llueve sobre mojado.
Paradójicamente, esta abundante pluviosidad es debida a que nos encontramos con una situación meteorológica más propia de la primavera, y no del otoño. Así lo comentaba ayer, para la agencia Efe, la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la CAV, Margarita Martín, quien explicó que ello se debe a que el anticiclón de las Azores «no se ha movido y sigue en posición de primavera», en vez de estar, como es habitual en verano, sobre las islas Británicas, desviando hacia el norte de Europa las borrascas atlánticas.
Esto conlleva que, cuando todavía no ha acabado el mes, este julio ya pueda ser catalogado como el más lluvioso desde 1956. Hasta las nueve de la mañana de ayer, el pluviómetro del aeropuerto de Hondarribia ya había recogido 237,7 litros por metro cuadrado. Hasta 68 litros sólo en las 24 horas previas. Y es que el último ha sido un auténtico fin de semana pasado por agua desde Muskiz hasta Biarritz, descendiendo la cantidad de precipitación según nos adentráramos hacia el interior.
No obstante, estos días estivales grises y húmedos no son excepcionales en los veranos de Euskal Herria. Martín recordaba ayer que el julio de 1977 también fue muy lluvioso, alcanzando los 205,5 litros. Y sin remontarse tanto en el tiempo, pero pasando al mes de agosto, nos encontramos con 231,1 litros hace cuatro veranos y con 322,8 en el de 2002. Todos estos datos corresponden a la estación ubicada en el aeropuerto guipuzcoano, prácticamente al nivel del mar.
Datos a tener en cuenta porque, como señalaba la responsable del observatorio de Igeldo, «la estadística dice que, cuando julio es muy lluvioso, agosto suele continuar en la misma tónica».
Lo normal, variable
Como puntualizaba Margarita Martín, la situación meteorológica que hemos vivido en las zonas más próximas a la costa en las últimas semanas -y que estamos compartiendo con decenas de miles de turistas- «forma parte de la variabilidad natural del clima», ya que «es normal que acontezcan estas cosas en el Cantábrico».
Tan normal que, si repasamos otra estadística, la de los días de lluvia registrados en el conjunto del mes durante los últimos quince años, en la tabla que acompaña a este texto observaremos que es muy habitual que haya precipitaciones al menos en la mitad de las jornadas de julio, aunque durante cuatro veranos consecutivos, de 2003 a 2006, no se alcanzó esa media.
Pero tampoco hay que pasar por alto que este julio ya está clasificado también como «muy frío», con registros de en torno a 1,5 grados por debajo de la media, que suele ser de unos 20,5 en la costa y unos 19 en el interior. Para encontrar un julio tan fresco hay que remontarse al año 1993, cuando la media del mes fue de 19,1, y eso que fue mucho «más seco» que el presente, con apenas 161,2 litros, y sólo 16 días de lluvia.
Dejando para las apuestas lo que pueda suceder a un mes vista, lo que auguran todas las previsiones para los próximos días es que los rayos de sol se irán abriendo paso entre las nubes muy lentamente. Habrá que esperar al fin de semana para disfrutar de grandes claros.
Y Martín avisa de que «cuando ha llovido mucho y suben las temperaturas, hay mucho vapor de agua disponible y, si no paran de bajar las masas de aire frío del Atlántico norte, las nubes alcanzarán más desarrollo vertical y se formarán chubascos frecuentes». Lo único seguro es que lloverá sobre mojado.
La estadística marca que, cuando julio resulta lluvioso, agosto sigue la misma tónica. No obstante, existe un 20% de probabilidades de que este verano no suceda lo mismo en nuestro país.
1999
1991
JULIO
1991
AGO.
1998
1991
JULIO
1991
AGO.
1997
1991
JULIO
1991
AGO.
1996
1991
JULIO
1991
AGO.
22,6
68,1
11
21,7
91,4
14
22
32,9
9
21,0
70,6
14
22,9
245,5
20
20,2
170,5
15
20,2
138,2
17
21,0
109,9
12
Temp. media
Prec. total
DÍAS LLUVIA
2005
1991
JULIO
2004
1991
JULIO
1991
AGO.
2003
1991
JULIO
1991
AGO.
2002
1991
JULIO
1991
AGO.
2001
1991
JULIO
1991
AGO.
2000
1991
JULIO
1991
AGO.
21,5
58,5
12
22,7
169,7
18
21,0
56,4
15
24,9
66,6
12
22,1
50,7
9
20,
322,8
23
19,9
84,7
19
22,4
96,0
18,0
20,4
124,5
18
21,3
101,5
17
20,9
148,9
13
2010
1991
JULIO
2009
1991
JULIO
1991
AGO.
2008
1991
JULIO
1991
AGO.
2007
1991
JULIO
1991
AGO.
2006
1991
JULIO
1991
AGO.
1991
AGO.
21,3
31,7
17
21,7
80,8
13
21,3
87,0
18
20,9
117,7
16
20,4
50,7
16
20,7
231,1
16
20,6
83,6
17
20,9
58,9
17
23,5
48,7
12
21,3
49,4
13
2011
1991
JULIO
1991
AGO.
-
237,7
-
21,1
91,5
14