Maite SOROA | msoroa@gara.net
Ussía se declara admirador de González
Alfonso Ussía, que en realidad se llama Ildefonso, no tiene un verbo florido ni fina la pluma, de hecho, su trazo es más grueso que el tronco de la secuoya que se levanta en la calle Magdalena de Gasteiz, pero hay que reconocerle que siempre nos deja unas cuantas perlas en los artículos que perpetra. Ayer, en «La Razón» se declaraba admirador de Felipe González, aquel que fue jefe de Rubalcaba cuando el PSOE empezaba a tocar poder. Concretamente, Ussía afirmaba que «los primeros Gobiernos presididos por Felipe González estuvieron compuestos de gente seria y preparada. El socialismo de aquellos tiempos miraba hacia el futuro y, como la derecha rebajada de pasión por Fraga Iribarne, renunció a mirar al pasado». En Euskal Herria esos primeros años del Gobierno de Isidoro se recuerdan por la guerra sucia, el Plan Zen y su gran dominio de las cloacas del Estado.
Sin embargo a Ussía se le ha debido de olvidar el GAL, ya que sostiene que «El PSOE de Felipe González ganaba con mayoría absoluta sin la ayuda de agentes escalofriantes». Pues Galindo, Vera, Barrionuevo, Amedo y compañía sí que son como para que te den escalofríos. Pero esos primeros años de felipismo, al columnista de la derechona le ponían.
No así los últimos, cuando llegó el señorito Aznar. Entonces, el que fuera secretario general del PSOE cometió «gravísimos errores», aunque para Ussía eso no le impidió ser uno de los mejores presidentes españoles, siguiendo «muy de cerca» a su deseado José María.
Y a qué vienen todas estas flores para el sevillano, pues a que Ussía quería arrearle ayer a Zapatero y no sabía qué excusa utilizar. Por eso, al final destacba que «En el caso socialista, la distancia y el desprecio hacia la figura de González son más que una injusticia. Es una imbecilidad. Han renunciado a su experiencia. De ahí la poca simpatía que siente Felipe González, el que ganaba sin ayudas, por el PSOE de Zapatero, el que ganó por la manipulación que se hizo de un terrible atentado islamista y ahora espera ilusionado la cartita de la ETA». Y es que una servidora ya se había extrañado de que aún no hubiera sacado el tema. No pueden vivir sin nosotras.