GARA > Idatzia > Iritzia> Kolaborazioak

Felix Prieto, Mª Jesús Otxoa | En nombre de los amigos de Abartzuza, Lizarra y Hernani

Fernando Ros, «Nabarro»

Brindaremos mucho y muchas veces, porque te lo mereces y, porque como finamente dirías: no veas cómo les jode, que no paran de hostiarnos y encima lo pasamos bien, nos descojonamos y seguimos adelante

Llegó a Hernani como un desconocido. Comenzó a trabajar en la fábrica de curtidos y pronto se hizo notar entre nosotros, eran tiempos en los que la industria necesitaba de mano de obra, sus conocimientos en fotocomposición no le iban a servir de mucho en sus nuevas tareas en la empresa, pero no le importaba demasiado, quizá sería un modo de iniciarse en el mundo del trabajo local.

Su afición montañera hizo que el recorrido en la búsqueda de amigos fuese fácil, aquí siempre ha habido ánimo para ponerse las botas, coger la mochilla y recorrer las tonttorras de lo que nos rodea.

Pronto nos enseñó su carácter irónico y alegre, había que estar atento a sus «putadicas», pues su estilo peculiar obligaba a estar alerta.

Pero sus relaciones con los amigos empezaron a ser algo más que las salidas mendizales, pronto empezó a tener interés por otras cuestiones. El salto de Abarzuza a Hernani le había despertado interés por los problemas sociales y políticos de nuestro pueblo.

En Euskal Herria, siempre han sido difíciles los tiempos para el compromiso, pero «Nabarro», como le empezamos a llamar los amigos, era un hombre de palabra y dispuesto. No nos costó mucho convencernos de que su amistad era real sincera y fiel a unas ideas.

Ahora, a los 25 años de su desaparición, ocurrida en un contexto de lucha antirrepresiva donde el Estado francés y el español se ensañaban con uno de los colectivos más vulnerables, como es el de los refugiados políticos, queremos recordar al Fernando persona, militante y amigo.

Entonces se iniciaban las entregas, lo que con el tiempo y cambios de leyes actualmente conocemos por euroorden.

Comenzaron con Txema López Varona y Juantxo Nafarrete, y el 28 de julio de 1986, Jose Luis Artola sería el tercer refugiado puesto en manos de la Policía española. En el contexto de la respuesta popular a estas medidas represivas tuvimos conocimiento de la muerte de «Nabarro». Era tal su compromiso militante ante la injusticia, que fue capaz de darlo todo a cambio de nada por aquello en lo que creía.

Hoy, 25 años después y con la escusa de la defensa del Estado de Derecho, la política represiva de los estados español y francés se ha ido incrementando con formas más sofisticadas. Políticas que han propiciado que la tortura sea práctica habitual e impune en comisarías y cuartelillos, donde se premia al torturador y condena al torturado. Y que las cárceles de los estados español y francés, lejos de vaciarse, estén repletas de represaliados políticos vascos.

Han puesto en práctica y llevado a extremos inimaginables, la política vengativa de dispersión de presos, con el fin de aniquilar su inquebrantable voluntad y para castigo añadido de familiares y amigos. Asimismo, se han activado todo tipo de juicios políticos y macrosumarios, ilegalizaciones y condenas a perpetuidad y un largo rosario de permanente acoso contra la lucha del movimiento soberanista.

Posiblemente, a «Nabarro» la situación actual le resultaría muy familiar.

Frente a esto, y siguiendo la estela de Fernando y de muchos como Fernando, se encuentra un pueblo que sigue reivindicando su derecho a decidir, sin ningún tipo de ataduras ni leyes ajenas, enfrentándose a la injusticia y opresión de ambos estados, con las únicas armas de la confrontación política y del diálogo, sumando fuerzas, con compromiso y el objetivo de alcanzar la tan ansiada paz por la que Fernando fue capaz de darlo todo, hasta la vida.

Para que sepas, amigo Fernando, en todos estos años hemos realizado un largo recorrido y hemos sido capaces de provocar un autentico cisma en el Estado español.

Hemos dado un paso firme en el camino de la libertad y, al cumplirse veinticinco años de tu desaparición, queremos recordarte a ti y a todos los que nos aportaron tanto y han quedado en el camino, porque sin vosotros esto habría sido impensable y el compromiso militante ha de ser reconocido y recordado.

No vamos a abandonar el camino emprendido y no sólo vamos a sonreír ante la nueva perspectiva; hoy vamos a pasarlo bien y nos vamos a descojonar, en cuadrilla, como a ti te gustaba. Y recordaremos viejas anécdotas tuyas. Y brindaremos mucho y muchas veces, porque te lo mereces y, porque como finamente dirías: no veas cómo les jode, que no paran de hostiarnos, y encima lo pasamos bien, nos descojonamos y seguimos adelante.

Hasta siempre Fernando y que la tierra te sea leve.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo