El nuevo sistema de preferencia semafórica para los vehículos de Bilbobus, que comenzó ayer a funcionar, se establecerá en cuarenta cruces de la ciudad. Ello supondrá la reducción de más de siete toneladas de emisiones de CO2 al año, según aseguró ayer el concejal de circulación y transportes de Bilbao, Asier Abaunza.

Esta medida aumentará la velocidad de este transporte público gracias al uso del «sistema de ayuda a la explotación», que permite localizar a cada autobús mediante la señal de GPS y aplicar la preferencia semafórica en el momento adecuado.

El sistema requiere que entre la baliza de entrada y el cruce no exista ninguna otra intersección ni parada de autobús, y que tampoco exista un paso de peatones, para que el vehículo no se pare en esos tramos.