No es tan fiero el Lion como lo pintan, nuevo sistema de Apple
El pasado 20 de julio se puso a la venta el nuevo sistema operativo de Apple o, si se prefiere, una vigorosa actualización de la anterior versión, conocida como Snow Leopard. Para Apple su salida ha supuesto un rotundo éxito. Sin embargo, también ha supuesto una decepción.
Pablo CABEZA | BILBO
Para Apple, Lion no se un nuevo sistema operativo, sino una actualización del anterior, conocido como Snow Leopard: sin embargo, una renovación que lleva por nombre Lion debiera de ser el rey de todos los sistemas operativos conocidos hasta el momento. Recordemos que Apple (el inventor del iPhone y de la tableta iPad, entre otros artilugios) ya ha usado para sus sistemas operativos nombres como Cheetah, Puma, Jaguar, Panther, Tiger, Leopard, Snow Leopard y, ahora Lion, que se corresponde con la versión numérica 10.7. A este paso, y dada la ampulosidad de la empresa californiana, es posible que, agotados los felinos, se dedique a crear nuevos carnívoros cazadores, siempre estilizados y veloces, aunque en esta idea ya se le ha adelantado la cerveza Mixta.
Lion consiguió un millón de descargas en su debut, cifra que fue tildada de rotundo éxito por Apple. Los números no están mal, pero tampoco hay que obviar que la descarga cuesta unos 25 euros. Windows 7, por contra, cobra entre los 100 y los 600 euros, dependiendo de la versión del sistema operativo que se elija. Sin duda, un atraco legal y formal.
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Siempre están las técnicas, que para los usuarios finales pasan inadvertidas, pero que no dejan de tener una importancia vital, ya que pueden concluir, o no, en un tiempo de arranque más rápido o un apagado más breve. En general, se trata de programación mejorada que pule código con el objeto de ser más eficiente en todos los aspectos.
En cuanto a la parte visible de Lion, los cambios son numerosos, aunque quizá un tanto desconcertantes para muchos usuarios. La idea de Apple es que su sistema operativo para ordenadores de sobremesa o portátiles fluya hacia los interfaces de los móviles, el iPhone en particular.
Entre los nuevos aspectos curiosos, el nuevo sistema invierte el funcionamiento de la rueda del ratón, ya que ahora se comporta como la función de 'arrastrar con los dedos en los dispositivos táctiles. Muchas de las aplicaciones incluyen también un modo de pantalla completa que recuerda a cómo funcionan las aplicaciones en los señalados dispositivos móviles. También se prescinde, en líneas generales, de las barras de desplazamiento, scroll. Para Apple tiene su lógica, para el usuario es un motivo de enfado o de renovación de costumbres.
Afortunadamente, muchos de los nuevos comportamientos de Lion son reversibles recurriendo a preferencias, pero tampoco el usuario de Apple suele trastear en exceso por los submundos del sistema operativo, que para eso usan un Mac.
En realidad, muchos de estos nuevos aspectos están pensados para sacar partido a dispositivos táctiles de Apple como Magic Trackpad y el Magic Mouse, lo que deviene en un severo gasto añadido.
Uno de los aspectos más llamativo es Launchpad, una lanzadera de aplicaciones que imita el funcionamiento del iOS de los iPhone, iPod y iPad. Mail también ha sido renovado, pero necesita una pantalla enorme.
Según Apple la aceptación de Lion ha sido magnífica. Sin embargo, algunos aspectos han contrariado a determinados usuarios que ya han comenzado a quejarse en blogs o en foros especializados.
El aspecto más controvertido (aunque no es el único) es Mission Control, uno de los puntos fuertes del nuevo OS y que viene a sustituir a Exposé y Spaces. La principal cuestión es el control. Si en Spaces uno podía presentar un número determinado de escritorios y arrastrar diferentes ventanas para reorganizar el flujo de trabajo, en Mission Control es imposible. Exposé también ha sufrido un importante retroceso ya que ahora se muestran todas las ventanas de un escritorio en una especie de montón sobre el que no se puede diferenciar qué ventanas hay disponibles dentro de una misma aplicación. El problema de esta acumulación de ventanas es que si una ventana grande queda en primer plano, las pequeñas quedan poco menos que inaccesibles. Esto también conlleva un grave problema al no poder arrastrar y soltar como antes. Asimismo se han documentado problemas de conectividad con redes Windows y NAS.
Lion necesita 2 GB (excesivo) de memoria ram como mínimo, que es la memoria básica que utilizan los Mac minis comprados hace unos meses, por lo que habría que ampliarla, lo que conlleva quitar la que ya se pagó y abonar por la adquirida. P. C.
Definitivamente, las viejas aplicaciones PowerPC no funcionan en Lion. Se necesitan 2 GB de memoria ram y un disco duro amplio, ya que Lion incorpora una característica de respaldo sucesivo de datos. Adobe ha anunciado doce problemas que afectan a sus aplicaciones, entre ellas el popular Photoshop.
