Un estudio realizado en el Reino Unido por Intersperience asegura que no conectarse a internet, aunque sea sólo un día, es igual de duro que dejar de fumar o de beber. Y es que, según destaca el estudio, los británicos están emocionalmente conectados a internet y necesitan sus dispositivos de acceso de la misma manera que un fumador necesita sus cigarrillos. De hecho, algunos de los encuestados han descrito la sensación de quedarse sin conexión a internet como «su peor pesadilla». Las redes sociales, como Facebook o Twitter, son las que mayor adicción crean. Los resultados de este estudio confirman otro realizado con anterioridad por Retrevo, que aseguraba que cada vez hay un número mayor de internautas obsesionados con las redes sociales.