El Juzgado de lo Social número 2 de Bilbo ha absuelto a los siete delegados de ELA, LAB y ESK que habían sido sancionados por Eusko Tren, a iniciativa del consejero de Transportes del Gobierno de Gasteiz, Iñaki Arriola, por haber convocado una jornada de duelo y paro en la empresa ferroviaria al día siguiente del accidente mortal del 8 de octubre de 2009 en Lezama. Un tren chocó en la estación de Lezama y provocó el fallecimiento del maquinista.

El fatal siniestro se produjo, porque no estaba instalado el sistema de frenado automático, que hubiera evitado esa muerte y que era una reclamación sindical de la última década, pero ninguneada por Eusko Tren.

Diez años y un muerto después, los representantes de los tres sindicatos anunciaron que en la actualidad sí están puestos esos frenos automáticos, con lo que «ha mejorado la calidad en el trabajo y la seguridad de los viajeros, que es a lo que nos debemos», precisaron.

Gurutz Gorraiz, secretario general de la Federación Hainbat de ELA, y Oskar Bordes, de LAB, acompañados por los delegados sindicales, se mostraron satisfechos con la sentencia que les absolvió y acusaron a Arriola de impulsar con la «aquiescencia» de la dirección de Eusko Tren «una campaña de sanciones ejemplares, sin excluir despidos». Gorraiz y Bordes denunciaron «el impulso político de esta persecución que sufrimos los delegados de los tres sindicatos por el efecto del paro», mientras que Iñaki Arriola «eludió toda la responsabilidad sobre las causas del accidente». Incluso aseguraron como hecho relevante que en el juicio que la empresa manifestó en sala judicial que «le era indiferente» que los delegados «participarán o no» en la convocatoria de la jornada de duelo.

«Actitud vengativa»

Los sindicatos ELA, LAB y ESK acusaron ayer al consejero de Transportes, Iñaki Arriola, de adoptar «una actitud irresponsable, hipócrita, vengativa y negligente».

Gorraiz y Bordes recordaron en la rueda de prensa que el consejero Arriola «imputó el accidente a un fallo humano, que hoy dos años después, difícilmente podría repetirse porque el sistema de frenado automático que se negó a los sindicatos durante más de diez años se encuentra instalado en toda la infraestructura ferroviaria». Recordaron que Arriola «en una actitud hipócrita» exigió responsabilidades contra unos trabajadores que pararon ante un accidente laboral mortal, «mantiene un cómplice silencio con las empresas que tienen responsabilidades directas en el accidente mortal que ocurrió en diciembre de 2010 en el TAV», precisó Gurutz Gorraiz, como informó GARA en la edición del pasado 15 de julio.

ELA, LAB y ESK acusaron además al consejero de Transportes de mantener «una actitud vengativa» por «emplear cabezas de turco para tapar la exigencia generalizada de una red ferroviaria más segura y más eficaz al servicio de los usuarios».

También dijeron que es «negligente» porque «mantiene en sus puestos a los responsables de que el sistema de seguridad no se pusiera en marcha durante estos años, en consecuencia con responsabilidad en el fatal accidente de Lezama. Tres meses después del accidente se puso el sistema de frenado. Lo que era imposible, se colocó en 90 días. Por eso, pidieron a Eusko Tren y a Iñaki Arriola que «cese» a los técnicos y otorgaron «un suspenso» a la gestión del consejero del Gobierno de Gasteiz.

Los responsables sindicales llamaron a impulsar un sistema ferroviario más social y más seguro para atender las necesidades de la población. Recordaron, por último a la población, que el sistema ferroviario es «más seguro hoy», pero «desgraciadamente, por la incompetencia de unos gestores y la ineptitud de unos políticos, lo hemos conseguido tras sufrir, varios accidentes, la pérdida de un compañero y duras sanciones a los delegados, acompañado de insidiosas campañas contra la plantilla».