Mikel Alberdi, propietario de la empresa Mekanikalan, ha sido condenado a pagar 2,5 millones por «arrastrar de forma deliberada a la ruina a su empresa con el fin de eludir el pago de las deudas que tenía con sus trabajadores y proveedores». La sentencia fue emitida por el Juzgado de Lo Mercantil número 1 de Gasteiz.

En un comunicado de prensa, CCOO calificó el fallo de «ejemplar y excepcional porque reconoce que el dueño cometió múltiples irregularidades contables para provocar el concurso de acreedores». Continuó denunciando que este tipo de acciones «se ha repetido decenas de veces a lo largo de la crisis, pero muy pocas veces se han conseguido demostrar».

La empresa que estaba situada en Legutiano cerró en marzo de 2010 y adeudaba a sus 42 empleados 10 meses de nómina. A lo largo del conflicto, que comenzó a finales de 2009, los trabajadores reclamaron a los tribunales que investigasen a fondo las cuentas y la relación financiera entre Mekanikalan y las otras dos compañías del mismo dueño (Troquelería Andarto y Terpeck Amortiguadores). CCOO afirmó que «la plantilla sospechaba que se estaban produciendo irregularidades contables para cargar sobre Mekanikalan importantes pérdidas económicas con el fin de conducirla a la quiebra» y así «provocar la suspensión de pagos».

A pesar de que la sentencia es apropiada, en opinión del sindicato «no se puede hablar en absoluto de éxito. Este caso habla elocuentemente del fracaso y la injusticia de un sistema que siempre pagan los mismos». CCOO matizó que «el conflicto se ha saldado con 70 trabajadores en la calle y sus indemnizaciones y la mitad de los salarios impagados han sido abonados por el Fondo de Garantía Salarial, Fogasa. Denunció además que Alberdi ha tenido el tiempo suficiente «para registrar sus bienes a nombres de otras personas y declararse insolvente».