La cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) sentará hoy en Lima las bases para programas sociales de largo plazo dirigidos a reducir la desigualdad y la pobreza, señaló a Efe la secretaria general del organismo, María Emma Mejía.

«Queremos ver cómo cambiar esa ecuación, casi que ese sino trágico latinoamericano, de que el que nace pobre muere pobre. Eso es parte de nuestro objetivo y vamos a mirarlo en un plan que pueda cumplirse en diez años», resaltó en una entrevista.

Esa iniciativa figurará en la declaración que firmarán hoy los mandatarios que asistirán en la capital peruana a la investidura del presidente del país, Ollanta Humala, y a la cumbre del bloque que integran Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela y cuyo tratado constitutivo entró en vigor el pasado 11 de marzo.

Reto para 2022

«Los presidentes han querido dedicarse al tema social, a cómo vamos a disminuir las desigualdades y la pobreza. Ése va a ser el gran reto (...) qué va a ser de Sudamérica en el año 2022», expresó Mejía, quien fue canciller de Colombia.

Según Mejía, en lo social, la UNASUR quiere aprender de las experiencias exitosas de países como Chile y Brasil porque los presidentes tienen «ese deseo, esa voluntad» de luchar para reducir la pobreza y mejorar la condiciones de vida de la gente.

Indicó que, como parte del objetivo general, Humala, una vez instalado en la Presidencia, pretende convocar para fines de año una cumbre social en Cuzco «para que todos en la región podamos determinar cuáles son las prioridades y compartir los programas que han tenido éxito» en algunos países.

Mejía, que asumió la Secretaría General el 9 de mayo por un año, subrayó que la UNASUR nació como un organismo político y ahora necesita armarse institucionalmente», y agregó que el bloque tiene que «traducir en términos sociales lo que ha sido exitoso en términos políticos».

En su opinión, la UNASUR tiene que pensar en «cómo afianzamos la integración, cómo disminuimos las asimetrías, las desigualdades en la región».

Mejía expresó su «convicción de que en América Latina hay un espíritu integracionista» y que la UNASUR «no se solapa sino que complementa» otras iniciativas regionales.

Mejía compartirá el periodo de dos años al frente de la UNASUR con el ex ministro venezolano Alí Rodríguez Araque porque los países miembros no llegaron a un consenso sobre el sucesor del ex presidente argentino Néstor Kirchner, fallecido en octubre.