Las bolsas volvieron a hacer gala del nerviosismo de las últimas sesiones, en las que la falta de acuerdo en Washington para elevar el endeudamiento y los problemas de los estados periféricos están atropellando a la mayoría de los valores. Y si a esta situación, de por sí angustiosa, se añade la pérdida de músculo en la recuperación estadounidense ?ayer el disgusto vino con el dato de pedidos de bienes duraderos de junio-, las oportunidades de obtener rentabilidades al alza se difuminan. Es más, el panorama se tornó más peligroso ante la posibilidad de que Estados Unidos pierda su máxima calificación crediticia, lo que podría alejar la restitución de la confianza perdida desde el inicio de la crisis. En el Estado español, vapuleado por la elevada prima de riesgo, el testigo de los desplomes lo lleva desde hace meses el sector bancario. Además, ayer, el Banco Santander sorprendió negativamente al anunciar una caída del 3,18% en sus beneficios. Los inversores, ante esta encrucijada, esperan el desenlace de las distintas guerras abiertas a ambos lados del Atlántico y otra vez lo dejaron claro con las ventas que tumbaron a todos los índices europeos. Así, el Ibex se dejó un 1,93%, hasta los 9.643,30 puntos. Las bajadas de Fráncfort (-1,32%), Londres (-1,23%) y París (-1,42%), aunque contundentes, fueron menos agresivas. En el Ibex, no hubo escapatoria para las entidades financieras. Caixabank cayó un 3,69%, Santander, un 3,18%, Bankinter, un 3,08%, Sabadell, un 2,96%, y BBVA, un 2,86%. En París, los títulos de Peugeot (-7,61%) y Alcatel-Lucent (-6,89%) sufrieron los mayores batacazos.

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Barril BRENT, 27/7

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Barril TEXAS, 27/7

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