El Viceministro de Relaciones Exteriores de Libia calificó ayer de «irresponsable» e «ilegal» el reconocimiento por parte de Gran Bretaña del Consejo Nacional de Transición como el único «gobierno legítimo» de Libia. «Creemos que es irresponsable, ilegal y viola las leyes de Reino Unido e internacionales», dijo Khaled Kaaim en Trípoli.

Añadió que el régimen libio, adoptará «las medidas necesarias» ante los tribunales británicos e internacionales, contra la decisión de Londres. Acusó al ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, de actuar de una manera «inaceptable y no objetiva».

Hague había anunciado que su país reconoce al CNT como el único «gobierno legítimo» de Libia, con una invitación a tomar posesión de la embajada de Libia en Londres, cuyos últimos diplomáticos últimos fueron expulsados. «El primer ministro y yo hemos decidido que el Reino Unido reconozcan al Consejo Nacional de Transición y tratar con él como la autoridad del único gobierno en Libia» dijo el jefe de la diplomacia británica.

«Invitamos al Consejo Nacional de Transición a nombrar un nuevo representante diplomático para tomar posesión de la embajada libia en Londres», previamente evacuada por los diplomáticos pro-Gadafi, agregó. Hague hizo hincapié en que «vamos a tratar de la CNT de la misma forma que cualquier otro gobierno en el mundo» y que «esta decisión refleja la creciente legitimidad de la CNT, la representatividad y los éxitos para estar más cerca de los libios a través del país».

Por su parte, los rebeldes insistieron no sólo en su petición de que Gadafi dimita, sino que ha pasado el tiempo de la propuesta que hicieron para que permanezca en el país. «El tiempo ha pasado. La propuesta ya no es válida», dijo el jefe político de los rebeldes, Mustafa Abdeljalil, precisando que habían remitido una propuesta de tres puntos al líder libio a través de Naciones Unidas.

Condiciones

Según la oferta, Gadafi debería abandonar el poder y renunciar a todas las responsabilidades, su lugar de residencia sería escogido por el pueblo libio», y sería puesto bajo «estrecha vigilancia». Londres y París habían sugerido la posibilidad de que Gadafi permaneciera en el país tras dejar el poder.

Sin embargo, el primer ministro libio, Baghdadi Mahmudi reiteró que el abandono del poder del líder libio «no es un tema de discusión», tras un encuentro con un enviado de la ONU.