Este político tristón, sin carisma y perdedor empedernido, aprovecha cualquier oportunidad para pedir un adelanto electoral. ¿Qué le inquieta tanto como para no dejarle descansar, ni siquiera tras el triunfo de su partido en las pasadas elecciones?. ¿Por qué tanta prisa en llegar a la Moncloa a cualquier precio?. ¿Para solucionar los problemas de los españoles?. ¡Qué miedo!. Y digo lo de miedo porque un personaje nombrado a dedo por Aznar y sostenido por Camps, no puede ser de fiar para demasiada gente. Los medios nos hablan de las salpicaduras del estallido de la bomba Murdoch, en Gran Bretaña, al parlanchín ex-presidente del PP. Simultáneamente, el inminente procesamiento del actual Presidente de la Generalitat valenciana, no deja de ser una patata bien caliente en manos del triste eterno aspirante. ¿Cuánto están influ- yendo estos turbios asuntos en la aceleración de las prisas de Rajoy? Total que entre una cosa y otra, se le va despejando el horizonte al incombustible Sr. P. Rubalcaba. ¡Quién sabe que dirán las encuestas el próximo otoño!. Al fin y al cabo, al pueblo soberano no le falta sentido común y sabe que no es bueno meter la «zorra en el gallinero».

Un dato mas. En Gran Bretaña, hace unos meses, ganó las elecciones la derecha del Sr. Cameron. Iba a salvar al imperio de la desastrosa gestión del laborista Sr. Brown ¿En qué posición está ahora mismo este político a quien Rajoy nombraba como ejemplo a seguir? Al parecer, en una bastante mala. Su neoliberalismo no acaba de hacer milagros y las malas compañías le están empujando al abismo. ¿Se le acabará quemando su rabo de paja, con las llamaradas del escándalo Murdoch? ¿Votarán los españoles a alguien al que van a querer echar a la vuelta de unos meses?