«Laketsak», ganadora el año pasado del concurso de cuadrillas, fue la encargada ayer de abrir fuego con la lectura del pregón, mientras que el tradicional txupinazo que da inicio a las fiestas corrió a cargo de Getxo Rugby Taldea. Pero la verdadera fiesta se desatará a partir de hoy, con un sinfín de actos. Habrá campeonatos de tiragomas y de motos para los mas pequeños, hinchables e incluso un espacio de solidaridad con el pueblo saharui en Biotz Alai.

El recinto de txosnas acoge también hoy la gazte bazkaria, con la intención clara de animar a los jóvenes a reunirse y a disfrutar, así como de reforzar a las diferentes cuadrillas y promover la formación de nuevas.

Como viene siendo habitual en Algorta, la cultura vasca y, especialmente, el bertsolarismo tendrán un sitio preferente, con un cartel que quita el hipo. El Casino se convertirá en pasarela de los mejores bertsolaris de Euskal Herria, muchos de ellos finalistas en el último campeonato de Euskal Herria. Entre otros, hoy se podrá escuchar a Jone Uria o Alaia Martin. Mañana cogerán el testigo la última campeona, Maialen Lujanbio, y Xabier Xilveira. El cartel del domingo es de auténtico lujo, con los algortarras Fredi y Xabi Paia escoltando al actual subcampeón, Amets Arzallus, y al cuatro veces txapeldun Andoni Egaña. Por tanto, atractiva oferta para todo el que lo desee.

Concurso entre cuadrillas

Parte importante de las fiestas será también el concurso entre cuadrillas, al que los organizadores quieren dotar de la importancia de ediciones pretéritas. Para ello, habrá ligeras modificaciones, como la posibilidad de participar de grupos de amigos aunque no sean cuadrillas inscritas. De esta manera, se pretendre fomentar la participación y la formación de nuevas cuadrillas, en ligera cuesta abajo en los últimos años.

La primera prueba, la bajada de cuadrillas, se disputó ayer, inmediatamente después del txupinazo. Los participantes sumaron los primeros puntos con intención de ser los vencedores el lunes, fin de fiesta.

La segunda prueba es hoy, y promete ser emocionante y divertida. Se trata de una bajada de goitibeheras desde el bar UK hasta el recinto de txosnas. Mañana, las cuadrillas pondrán a prueba sus capacidades interpretativas antes del almuerzo, para después ser actores principales en la bajada tradicional, costumbre recuperada hace cuatro años y en la que la participación crece año tras año. Pruebas de herri kirolak y un concurso de tortillas les pondrán a prueba de cara a dilucidar quién será el campeón, que será coronado la última noche en Telletxe.

Precisamente, esta plaza se convertirá en el corazón musical de Algorta, pues albergará infinidad de conciertos de primera línea que harán las delicias de los jóvenes. Folk, ska, hardcore... los géneros y los grupos serán variados, y ampliamente conocidos por el público.

Ayer, el grupo local Moby Dick se encargó de abrir el telón, siendo el prólogo perfecto para los catalanes KOP y los bilbainos Zea Mays, con Aiora Renteria y su increíble voz.

Gose, Estricalla, Bizardunak...

Hoy le tocará el turno a Gose, con su mezcla de trikitixa y música electrónica, para dar paso a Estricalla y su hardcore de toda la vida.

El sábado, la romería de la mano de Gora Herria será la encargada de poner a bailar a los reunidos en Telletxe. Canciones euskaldunes para poner en marcha a niños, jóvenes y no tan jóvenes. Clásicos imperecederos y convertidos ya en himnos, ante los que ninguna cadera que se precie puede mantenerse quieta. Echemos la culpa a Joxe Ripiau, a Etzakit, a Sorotan Bele o a Alaitz eta Maider.

Pero sin duda ninguna, el plato fuerte quedará para el domingo. Precedidos de Never Surrender, Vendetta y Bizardunak serán protagonistas de la velada. Los primeros están en plena forma y su música a ritmo de ska esta arrasando en Euskal Herria. Después le tocará el turno a los también navarros Bizardunak que, con su folk made in The Pogues y sus letras ácidas hasta límites insospechados, pondrán su ritmo al servicio del público, del que seguro arrancarán mas de una sonrisa.

Han empezado, pues, cinco días de auténtica locura, juerga y jolgorio para los algortarras y todos aquellos que se acerquen a la localidad con motivo de las fiestas de San Ignacio.