Mohamed VI pide reabrir fronteras y normalizar las relaciones con Argelia
El rey Mohamed VI de Marruecos demandó ayer la normalización de las relaciones con Argelia y la reapertura de la frontera con ese país, cerradas desde 1994.. Frente a las demandas de reformas que sacuden Marruecos y el mundo árabe, anunció la convocatoria próxima de elecciones legislativas, aunque sin una fecha concreta. Estas elecciones suponen la continuación del proceso de reformas aprobado en referéndum pero contestado en la calle.
GARA | RABAT
Desde Tánger, en el 12 aniversario de su entronización, el rey Mohamed VI expresó su apoyo a la apertura de las fronteras terrestres con Argelia, cerradas desde 1994, y el establecimiento de «una nueva dinámica» entre los dos vecinos del Magreb.
«Queremos que el comienzo de una nueva dinámica abierta a la solución de todos los asuntos pendientes como preludio a una plena normalización de las relaciones bilaterales, incluyendo la reapertura de las fronteras terrestres», dijo el rey .
La frontera terrestre entre Marruecos y Argelia se cerró en 1994 después de un atentado islamista en Marrakech del que Rabat acusó «a los servicios secretos argelinos».
«Esto excluye cualquier inmovilismo u ostracismo incompatible con las relaciones de buena vecindad, la necesidad de integración del Magreb y con las expectativas de la comunidad internacional y nuestro ámbito regional», añadió Mohamed VI.
En un mensaje enviado antes de esta intervención, el presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, saludó la aprobación de la nueva Constitución y las reformas en Marruecos.
Elecciones próximas
«En el mismo discurso, Mohamed VI anunció su intención de convocar en breve elecciones parlamentarias de las que saldrá el futuro primer ministro del país.
Según la reforma constitucional adoptada hace un mes, el rey elegirá al primer ministro del partido ganador en los comicios, y contará con competencias ampliadas, aunque el monarca se reserva todavía amplios poderes.
«Es importante comenzar con la elección de la nueva Cámara de Representantes para proceder sobre la base de los resultados de la votación, para designar al jefe de gobierno, del partido que gane las elecciones», dijo el rey.
No especificó un calendario para las elecciones, cuya fecha se negocia entre el Ministerio del Interior y los partidos, pero advirtió que «cualquier retraso podría poner en peligro la dinámica de la confianza y desperdiciaría las oportunidades que ofrece la nueva reforma».
Asimismo, deseó la formación de un «nuevo gobierno de una mayoría parlamentaria unida y homogénea».
Apeló a los partidos políticos a «intensificar los esfuerzos para promover la reconciliación entre los ciudadanos, especialmente los jóvenes, con la acción política».
Los jóvenes y los islamistas forman el grueso de los manifestantes pro-democracia en Marruecos. A pesar de la aprobación de la reforma constitucional, la juventud del Movimiento de 20 de febrero sigue manifestándose regularmente en las principales ciudades del país para reclamar un cambio político profundo.
Mohamed VI apremió a la celebración de elecciones, cuya fecha negocian el Ministerio del Interior y los partidos, afirmando que «cualquier retraso pone en peligro las oportunidades de las reformas»
Aunque desde el Gobierno argelino no se respondió a la oferta de apertura de las fronteras terrestres que realizó el rey marroquí, Mohamed VI, el portavoz del Frente de Liberación Nacional (FLN), el principal partido en el poder en Argelia, minimizó la importancia de las declaraciones del monarca marroquí en su discurso. «Este tipo de reacción siempre se lleva a cabo como golpe de efecto, pero sin nada concreto», dijo a France Press Aissi Kassa, portavoz del FLN.
Kassa recordó que fue el Estado marroquí el que había decidido cerrar la frontera común. Rabat y Argel han intercambiado visitas de ministros en el último mes, lo que sugiere una mejora de las relaciones. Sin embargo, el primer ministro argelino, Ahmed Ouyahia, afirmó en mayo que la reapertura de fronteras no estaba en la agenda. Argelia, Libia, Mauritania, Marruecos y Túnez formaron la Unión Árabe del Magreb en 1989 emulando el modelo de la Unión Europea, pero el proyecto nunca fue desarrollado, sobre todo por las diferencias entre Argel y Rabat. El problema aún no resuelto del Sáhara Occidental es el principal obstáculo. Marruecos ocupa el territorio sahraui desde 1975 y niega su derecho a a la autodeterminación. Argelia apoya la reclamación del Frente Polisario de un referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de la ONU. GARA
