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Los niños inmigrantes se revelan contra la xenofobia en «Las manos en el aire»
M. I. | DONOSTIA
Aunque el veterano Romain Goupil ha cumplido ya los sesenta años sigue siendo un desconocido en nuestras pantallas de cine, en las que por primera vez se estrena una película suya. Su compromiso político arranca a los 17 años en las revueltas estudiantiles de Mayo del 68. La consagración cinematográfica le llega en 1982, con el documental «Morir a los 30 años», con el que gana el Premio Cámara de Oro en el Festival de Cannes y el César al Mejor Director Novel. Era un documental sobre un amigo suyo que se suicidó.
En su nuevo trabajo de ficción, «Las manos en el aire», incide en la visión sobre las familias marginales dada en 1990 con «Maman», así como en la línea documental en torno al problema de la inmigración expuesto hace ocho años en «Une pure coincidence». Con Sarkozy la multiculturalidad se ha visto aún más atacada, y de ahí que busque un enfoque renovado para defenderla desde la educación escolar misma.
«Las manos en el aire» está protagonizada por un grupo de escolares unidos frente a la deportación. Cuando un compañero, hijo de ilegales africanos, es deportado, comprenden que cualquiera de ellos puede ser el siguiente.
T.O.- «Les mains en l'air».
Dirección: Romain Goupil.
Guión: Romain Goupil.
Producción: Margaret Ménégoz.
Intérpretes: Valeria Bruni-Tedeschi, Hippolyte Girardot, Linda Doudaeva, Jérémie Yousaf, Louka Masset, Dramane Sarmabounou.
Fotografía: Irina Lubtchansky.
Montaje: Laurence Briaud.
País: Estado francés, 2010.
Duración: 90 minutos.