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MÁS ACCIDENTES POR LA DISPERSIÓN

«Nosotras lo podemos contar, otros se han quedado en la carretera»

Familiares y amigos de los presos políticos vascos Zigor Ruiz, Rosa Iriarte y Aiala Zaldibar -entre quienes se encontraba la portavoz de Bildu en el Parlamento de Nafarroa, Bakartxo Ruiz-, han sufrido dos nuevos accidentes cuando se dirigían a realizar sus respectivas visitas en las prisiones de Herrera y Soto del Real. Etxerat denunció ayer que «la política penitenciaria vigente no tiene cabida en el nuevo tiempo político abierto en Euskal Herria».

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Alberto PRADILLA | IRUÑEA

«Estamos contentas porque lo podemos contar. Pero otras familias se han quedado en la carretera». Mari Jose Jaso, madre del preso político vasco Zigor Ruiz, describía así su estado de ánimo después del accidente sufrido el pasado sábado en las inmediaciones de Herrera de la Mancha, en Madrid. Jaso, que todavía lleva collarín, iba acompañada por su hija Bakartxo, portavoz de Bildu en el Parlamento de Nafarroa, y Maite, la compañera del prisionero político.

Por desgracia, éste no ha sido el único siniestro que han padecido los familiares de represaliados en las últimas semanas. Quince días antes, la madre y la hermana de Rosa Iriarte, encarcelada en Soto del Real, junto a dos amigas de Aiala Zaldibar, sufrieron otro percance en la carretera cuando se dirigían a la prisión.

«Estábamos casi a las puertas de la cárcel, a unos 1o ó 12 kilómetros. Llevábamos seis horas de viaje. Había mucho tráfico y, por un ligero despiste, nos salimos de la vía», relató Jaso. Después de dar una vuelta de campana, el coche se detuvo. «Pri- mero nos miramos, para ver si estábamos todas bien. Después vino la preocupación por llegar a la cárcel y poder realizar la visita», aseguró. Las consecuencias del siniestro son todavía visibles tanto en Jaso como en Bakartxo Ruiz, a quienes todavía se les perciben las magulladoras causadas por el accidente.

«Sufrimos latigazo cervical, contusiones y traumatismos, aunque ninguno de gravedad», indicó la madre del preso político, que denunció la «deshumanización» a la que conduce la política penitenciaria. Por si no hubiese sido poco con el siniestro, los funcionarios de la cárcel cachearon a Jaso antes de que accediese al vis a vis con su hijo. «Si no estuviésemos tan lejos estas cosas no ocurrirían», añadió, señalando que el coche había quedado «siniestro total».

«Ansiedad y cansancio»

Dos semanas antes, familiares de la Rosa Iriarte y amigas de Aiala Zaldibar también padecieron un siniestro a la altura de Aranda del Duero, en Burgos. «Circulábamos por un tramo de obras, mal señalizado», indicó Rakel Iriarte, hermana de la prisionera política, que explicó que perdieron el control del vehículo, que avanzó haciendo un zig-zag mientras que otros coches circulaban en sentido contrario. «Perdimos una rueda y, al final, logramos parar en el carril que hace las veces de mediana», explicó, insistiendo en la situación de «mucho riesgo» a la que se enfrentaron. Ella fue quien sufrió las heridas más graves, con dolor en un pie que le provocó dificultades para andar durante cuatro días. Hay que tomar en cuenta que Iriarte se encuentra embarazada, aunque, por suerte, los médicos no han detectado ningún problema. Rakel Iriarte concluyó su testimonio denunciando la «ansiedad» y el «cansancio» que se acumulan cada fin de semana, cuando cientos de familiares se ven obligados a recorrer miles de kilómetros para poder visitar a sus seres queridos.

Miguel Olaiz, representante de Etxerat, recordó que los familiares de presos políticos vascos «nos jugamos la vida cada fin de semana». Olaiz recordó que «la política penitenciaria vigente no tiene cabida en el nuevo tiempo político abierto en Euskal Herria». Una política que recordó que han denunciado desde el Grupo Internacional de Contacto (GIC) a instituciones como la ONU y organismos internacionales del peso de Human Rights Watch y Amnistía Internacional.

Basagoiti recurre a Breivik para atacar a los familiares

La izquierda abertzale alertó ayer tarde del «corte fascista» de las declaraciones hechas horas antes por el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en contra de los familiares de presos y del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano. Como viene siendo habitual estos días en ciertos políticos vascos, Basagoiti recurrió al autor de la matanza de Noruega, Anders Breivik, para cargar contra todos ellos. En concreto, dijo que «hasta los familiares de Breivik son menos malos que los familiares de los presos de ETA, porque los familiares del monstruo de Noruega se avergüenzan de lo que hizo su hijo y éstos les jalean, les aplauden y se alegran de lo que hicieron». En cuanto a Garitano, Basagoiti afirmó que «se beneficia del trabajo sucio que le hacen otros».

En una nota de respuesta, la izquierda abertzale valoró estas declaraciones como «parte de una estrategia de acoso y derribo como consecuencia de una malísima digestión postelectoral». Pero más allá de eso, alertó de que palabras así «envalentonan a esos sectores fascistas e intolerantes que ven vía libre para actuar amedrentando, amenazando, volcando su odio hacia todo lo vasco, en este caso hacia las gentes que representan a Bildu».

Segun se cita en la nota, a ayuntamientos como Lasarte y Andoain han llegado amenazas sin firma que «recogen los argumentos que hemos oído de boca del líder ultraderechista Basagoiti», al que la izquierda abertzale sitúa «en las antípodas de lo que demanda la inmensa mayoría de este país».

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