Poco le duró la alegría a Samuel Sánchez. Si el miércoles se adjudicó el maillot de líder de la Vuelta a Burgos, ayer fue el catalán Joaquim Rodríguez quien arrebató al de Euskaltel el jersey morado de la carrera burgalesa.

El de Katusha logró la victoria en la segunda etapa (Burgos-Burgos, de 144 kilómetros), con final en el alto del Castillo (de tercera categoría), tras aprovechar un fortísimo demarraje y presentarse en solitario en meta con un tiempo de 3:26.22.

El propio Purito ya había advertido que ha ido a Burgos para llevarse el triunfo final: «Con este equipo, podemos aspirar a ganar la clasificación general de esta competición. Sería un impulso de entusiasmo para cada uno de nosotros antes de tomar parte en la Vuelta». Y ayer dio muestra de ello, logrando su tercer triunfo en 2011 tras una victoria de etapa en la Euskal Herriko Itzulia y otras dos en el Criterium Dauphiné. Además, cosecha cinco segundos puestos: Amstel, Flecha, Giro, Dauphiné y en Burgos.

La etapa comenzó según lo previsto: salida rápida desde el inicio y con continuos intentos en busca de la escapada buena del día que se formó en el kilómetro 31, con De Ketele (Vlaanderen) y el joven corredor sub 23 del Saur Sojasum, Etienne Tortelier. El primero, líder de la clasificación general de metas volantes, que también se metió en la escapada consentida de la primera etapa, buscaba los puntos necesarios para mantener el jersey azul, mientras que Tortelier buscó para su equipo un protagonismo que, debido a la exigencia de todas las llegadas, no iba a encontrar en los últimos kilómetros de la etapa.

Euskaltel, dominando

Los pasos por donde estaban ubicadas las metas volantes de Arenillas de Riopisuerga (km.66) y Melgar de Fernamental (km.71) no depararon ningún cambio en la configuración de la carrera, ya que estos dos corredores, más Napolitano (Aqua Sapone), repitieron paso en cada una de ellas, consiguiendo De Ketele amarrar el jersey de líder de esta clasificación.

Por detrás, Euskaltel, equipo del líder, asumía la responsabilidad. El conjunto naranja llevó controlada en todo momento una escapada que tuvo una diferencia máxima de 3:30, pero que rondó siempre los 2.30 hasta que fue neutralizada.

Cuando a falta de 50 kilómetros la diferencia entre el pelotón y los escapados iba en descenso, fue el turno de hombres con ganas de brillar, como Jordi Simón (Caja Rural) y Carlos Verona (Burgos 2016). Ambos saltaron del pelotón y se colocaron en cabeza con De Katele y Tortelier, llegando a tener una diferencia máxima de 58 segundos.

La selectiva y técnica llegada, tras un circuito de 14 kilómetros por las calles del centro histórico de Burgos, a las faldas del Castillo, hizo que por atrás, los hombres de Euskaltel, Katusha y Geox incrementaran el ritmo para neutralizar la escapada a falta de 4 kilómetros del primer paso del premio de la montaña.

La primera ascensión al alto del Castillo de Burgos (3ª Categoría) estuvo controlada en todo momento por Katusha, el equipo de Purito, que comenzó a tirar en cabeza poniendo el pelotón en fila de a uno.

Un control que ya no dejarían de ejercer hasta la pancarta del último kilómetro, en donde las fuerzas del colectivo se terminaron. Entonces llegó el momento de un jefe de filas que lejos de esconderse lanzó un demarraje que no pudo seguir Samuel Sánchez y se presentó en solitario en la línea de meta consiguiendo, además de la victoria, el jersey morado de líder.

Hoy se disputa la tercera etapa de la Vuelta a Burgos, una contrarreloj por equipos de 11,6 kilómetros con salida en Pradoluengo y llegada en Belorado en la que el equipo del líder parte como gran favorito.