Al-Assad permitirá fundar partidos mientras sigue matando opositores
El presidente sirio, Bashar Al-Assad, anunció ayer un decreto que permite el multipartidismo pocas horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU condenase la represión que lleva a cabo contra los opositores. Sin embargo, al mismo tiempo que aprueba medidas aperturistas, Damasco continúa con su guerra contra las ciudades rebeldes. Al menos 30 personas murieron el miércoles en Hama, el municipio que capitaliza las protestas.
GARA | DAMASCO
Horas después de recibir la condena del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente sirio, Bashar Al-Assad, emitió ayer un decreto que permite el multipartidismo en el país, aunque prosigue al mismo tiempo con la campaña de represión, según informó Efe. Con esta nueva ley, los sirios tendrán derecho a formar partidos políticos, una de las primeras reivindicaciones de los manifestantes antes de pasar a pedir la caída del régimen.
Al-Assad emitió los decretos legislativos 100, referido a la Ley de Partidos, y 101, sobre la Ley de Elecciones Generales, según un comunicado difundido por la agencia oficial siria Sana, que señaló que los partidos deberán de basarse «en la democracia y en los medios pacíficos, y respetar la Constitución, los derechos y las libertades públicas».
Además, el texto oficial indica que está prohibido que un partido tenga bases religiosas, sectarias o tribales, o discrimine por diferencias de raza o sexo. Tampoco deberán «incluir la formación de órganos militares públicos o secretos, ni deben usar la violencia».
Recrudecimiento de la ofensiva
El anuncio de este proyecto coincide con un recrudecimiento de la ofensiva militar contra los opositores. Especialmente, en la localidad de Hama, donde el miércoles fallecieron al menos 30 personas. «Los barrios están aislados unos de otros por las barreras y puestos de control. Existe un toque de queda no oficial debido a los bombardeos», denunció el portavoz oficial del grupo opositor Comités Locales de Coordinación, Omar Edelbeh, en una conversación telefónica desde Beirut, donde se encuentra refugiado.
Los anuncios de reformas combinados con la represión no son nuevos para los sirios, que desde el inicio de las protestas, en marzo, han conocido diversas iniciativas similares.
Las fuerzas políticas libanesas discrepan sobre la abstención de su país en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, que el miércoles condenó al régimen sirio por la represión contra la población civil. «No apoyaremos ninguna resolución contra Siria», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Adnan Mansur. Líbano fue el único de los quince países que participaron en las negociaciones que se abstuvo de votar el texto de condena, aunque eso no impidió su aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La representante de Líbano en el Consejo de Seguridad, Carolina Ziade, afirmó que la resolución «no ayudará a solucionar la coyuntura actual en Siria». «Todo lo que afecta a Líbano afecta a Siria y viceversa», declaró Ziade. Por su parte, el ministro de Justicia, Chakib Cortbawi, afirmó que su país «no se inmiscuye en los asuntos de Siria y tiene interés en mantener las mejores relaciones con ese país». Sin embargo, dentro de la oposición antisiria en Líbano la sensación era la opuesta, como manifestó el diputado Mohamad Hajjar, de la corriente Futuro, del ex primer ministro Saad Hariri, que apoya a los opositores. GARA
La campaña de represión del Gobierno sirio contra sus ciudadanos «sitúa a Siria y a la región en un camino muy peligroso», advirtió ayer el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. El presidente sirio, Bashar al Asad, «se encuentra de salida y ... todos debemos empezar a pensar en el futuro sin él, porque los 23 millones de ciudadanos sirios ya han empezado a planteárselo», declaró el portavoz en su rueda de prensa diaria.
En el mismo sentido, aunque con un tono más moderado, el presidente ruso, Dmitri Medvedev, advirtió a Al-Assad, de que le espera «un triste destino» si no logra estabilizar pronto la situación en su país. «Si no es capaz de hacerlo, le espera un triste destino y, al fin y al cabo, tendremos (la comunidad internacional) que tomar alguna decisión», señaló Medvedev, que abogó por la «la pronta celebración de un referendum, a firmar las paces con la oposición, a restaurar la concordia nacional y a crear un Estado moderno».
Italia, por su parte, dio un paso más allá y consideró «insuficiente» la medida adoptada por el régimen de Damasco que prevé la constitución de partidos políticos. GARA
