La Justicia francesa abrirá una investigación contra la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, por su presunta complicidad en delitos de «falsificación» y «malversación de bienes públicos», por los que podría ser condenada a una pena de 10 años de cárcel.

Tres magistrados de la Corte de Justicia de la República, única instancia habilitada para juzgar a ministros por hechos cometidos en el ejercicio de sus funciones, analizarán el papel de Lagarde en unas operaciones jurídico-financieras en las que se halla implicado el empresario y político Bernard Tapie, ministro de Urbanismo con François Mitterrand como presidente y Pierre Bérégovoy como primer ministro.

Tapie ya fue condenado por corrupción cuando era presidente del club de fútbol Olympique de Marsella, fraude fiscal y desviación fraudulenta de fondos societarios.

Su imperio económico fue embargado y, tras un breve paso por la cárcel, denunció que una de las compañías que le confiscaron, Adidas, fue vendida en 1993 por un valor muy inferior al real. La venta la hizo el banco Crédit Lyonnais, entonces público, motivo por el cual Tapie denunció al Estado francés.

En 2008 los tribunales le dieron la razón y fue entonces cuando Lagarde, a la sazón ministra de Finanzas, decidió que no fuera un tribunal, sino una comisión de arbitraje -algunos de cuyos miembros incluso habían trabajado en el pasado para Tapie-, la que fijara una indemnización que, actualmente, intereses incluidos, se acerca a los 400 millones de euros.

Sucesora de Strauss-Kahn

El escándalo ha estallado apenas un mes después de que Lagarde asumiera el cargo que dejó vacante en el FMI su compatriota Dominique Strauss-Kahn, acusado de agresión sexual por una empleada de hotel. A través de su abogado, la ex ministra defendió su inocencia y aseguró que este caso no afectará a su labor al frente de la institución financiera.

La noticia desató una nueva tormenta política en el Estado francés, mientras que el consejo ejecutivo FMI se limitó a mostrar su confianza en que Lagarde será capaz de desarrollar «de forma eficaz» sus funciones al frente del organismo.