
Fermin Munarriz Periodista
Nuevos muros
Recuerdo lo cansina que resultaba hace a�os aquella cantinela de la desaparici�n de las fronteras y de que solo algunos obtusos quer�an imponerlas. Es cierto que se esfumaron algunas barreras, y ese loable deseo de construir un mundo abierto se extendi� tambi�n de la mano de organizaciones humanitarias que implantaron conceptos como �sin fronteras�, hoy tan manido que podr�an existir hasta Aduaneros Sin Fronteras.
Pero la realidad no circula siempre por donde indican los paneles publicitarios. El mundo sigue crujiendo por los costurones que parcelan territorios, pueblos, razas, religiones... Cruje incluso con m�s fuerza por esas l�neas inmateriales que marcan los lindes de la miseria, de la violencia o de la rapi�a de los dominantes. Pero a veces no basta con eso para protegerse del otro o encerrarlo en un gueto. M�s de dos d�cadas despu�s de que cayera el Muro de Berl�n, contin�an existiendo 14 barreras infranqueables en el planeta. Y no s�lo dividen territorios. Separan, fundamentalmente, odios, marginaci�n y riquezas. Pero sobre todo, cierran el paso a la migraci�n de los desesperados del Tercer Mundo hacia los pa�ses que expoliaron sus recursos.
A la lista de los muros y vallas de Estados Unidos, Cisjordania, las dos Coreas, Irlanda del Norte, R�o de Janeiro, Arabia Saud�, Baluchist�n, Sahara Occidental, Botswana, India-Pakist�n, Chipre, Kuwait, Uzbekist�n y Ceuta-Melilla, se acaba de sumar otra barrera de la verg�enza. Esta semana, Grecia ha culminado el primer tramo (14,5 km) del foso que va a sellar su frontera terrestre con Turqu�a. No se trata de una zanja cualquiera: tiene 30 metros de anchura, 7 de profundidad y alcanzar� los 120 km de longitud, cosidos de alambradas, detectores t�rmicos y sensores de movimientos. El gobierno alega razones estrat�gicas de defensa, pero todo el mundo sabe que es para intentar frenar las oleadas de inmigrantes que se cuelan en el pa�s, y por extensi�n en el jard�n europeo, a trav�s de la regi�n de Tracia: asi�ticos, �rabes, norteafricanos... que huyen de las hambrunas, la desesperanza o las guerras que organizan los occidentales m�s all� de su vallado. Viejas t�cnicas medievales para problemas de hoy. Nos dec�an que derribaban fronteras; era cierto, levantaban muros. Muros sin fronteras.